Este mes, Marilyn Monroe hubiera cumplido 90 años. Esta mujer, que creció como una niña abandonada y que sabía que la gente no iba a comprender su necesidad de estar sola muchas veces (lo contó en su última entrevista), es el mito erótico más importante del mundo: por encima de Sophia Loren o Ava Gardner. Todas ellas, mujeres voluptuosas: mucho más voluptuosas que Kate Moss, por muy buena modelo que sea Kate Moss. A otra Kate, Winslet, la llaman gorda.

Gorda. A Winslet.

No habrán ustedes escuchado mucho sobre el aspecto de casi ningún actor: si engordan o no para un papel, todo lo más: pero eso se valora. A una mujer no se le va a pedir nunca que engorde para un papel, porque el cine, la televisión y las pasarelas nos muestran solo un tipo de cuerpos femeninos: delgado. Aunque su pareja parezca una ballena varada (como ocurría en El Príncipe de Bel Air ).

La industria

Hace poco, la industria se dio cuenta. La industria se da cuenta de todo. Y comenzó a ampliar el catálogo y el patronaje de la ropa de mujer. Porque estas cosas se hacen siempre a costa del cuerpo de la mujer, esa mitad de la población que paga el triple solo porque las cuchillas de afeitar son rosas aunque gane mucho menos.

Y surgió el movimiento de las gordibuenas. No busquen gordibuenos: no hay. Salió una cosa que se llama fofisanos, pero eso es positivo, porque puedes no tener abdominales marcados, pero ya la palabra deja claro que estás en normopeso. Sin riesgo de infarto, de enfermedades coronarias, de diabetes. Las gordibuenas son esas chicas gorditas (gorditas estilo Marilyn Monroe y no estilo Beth Ditto) que, además, son guapas, se pintan, se saben sacar partido y se compran ropa, porque ahora pueden. Porque la industria, y ellas, han agrandado el espacio de la tiranía estética. No de la autoestima, ojo: la industria no está haciendo nada para que las mujeres tengamos más autoestima. No hay ninguna modelo con orejas de soplillo, con una nariz enorme, con granos, con los brazos recolgando.

Stop Gordofobia es un libro que denuncia estas cosas. La ampliación de la norma. Que quepan unas cuantas, pero no las demás. La lucha, dice, no es ampliar la moda estética: es destruirla.

Mi lucha es que haya nutricionistas y educadores físicos en la Sanidad Pública, pero ese es otro tema. El de ahora es que hay un gran número de libros, los de Paul B. Preciado quizá sean los más conocidos ("lo más duro para mí es ver cómo la gente se deja reprimir"), que amplían los conceptos de opresiones y discriminaciones y que recuerdan cómo se ha usado el cuerpo (el cuerpo propio) como espacio de experimentación... porque la ocupación del espacio es el hecho clave: la ocupación del espacio público, con un poder y una libertad que las mujeres no hemos tenido jamás en la historia. Si no se reflexiona sobre los modos en que no se nos permite hacernos con ciertos discursos (el de la belleza, por ejemplo), tampoco sabremos las causas por las que no estamos, por ejemplo, en la fotografía de la apertura del año judicial.

A veces parece increíble que hayamos estado en alguna parte. Las que sobresalieron, sinceramente, es que sobresalían mucho: una doña Emilia Pardo Bazán, una Carolina Coronado. En Almendralejo se la recuerda, a ella y a Espronceda, con la Ruta del Romanticismo, llena de actividades, todo el fin de semana. Hay más teatro. Y más mujeres. Carlota Pérez-Reverte (sí, la hija de Arturo Pérez-Reverte) firma la adaptación de la shakespeariana La comedia de los enredos , primera función del Festival de Teatro Clásico de Cáceres, con sus dos gemelos y sus dos criados. Sí: es Plauto, también. Divertido, jocoso y con amores incluidos.

Las mujeres de Shakespeare, las del Romanticismo: las cosas no han cambiado tanto. "El discurso será un asunto de hombres", se nos dice en La Odisea . Y así ha sido por los siglos de los siglos. A Mary Beard, toda una premio Princesa de Asturias, ha hablado de cómo los hombres han intentado acallar a las mujeres desde la Antigüedad. Hace un par de meses, se nos contaba en la prensa cómo son ellas las que más problemas de salud tienen cuando se enfrentan a los desahucios, por ejemplo, porque tienen prole de la que cuidar. Isaac Rosa presenta el día 8 Aquí vivió , un cómic realizado junto a Cristina Bueno que aborda uno de los problemas sociales más grandes que nos han causado la crisis y la corrupción sistémica española. La estafa inmobiliaria y cómo se luchó contra ella. Que los derechos se conquistan es algo que sabemos: quienes siguen en los espacios de poder no los ceden jamás: no los regalan. Ciertos ensayos, ciertas novelas, pueden mostrarnos todo esto.

Presentación de Stop Gordofobia. Sábado, 4 de junio. 18. 00 horas. Cafetería Quereles (Cáceres). Domingo, 5 de junio. 13,30 horas. Feria del Libro de Mérida. Lunes, 6 de junio. Gastro-Bar Carmen. 21.00 horas.

Ruta Literaria del Romanticismo. Del 3 al 5 de junio. Almendralejo.

Isaac Rosa presenta Aquí vivió.Miércoles, miércoles 8. Librería San Francisco (Mérida).

La comedia de los enredos. Jueves, 9. 22.30 horas. Plaza de San Jorge (Cáceres)