Las 319 hectáreas del Monumento Natural de los Barruecos se sitúan al sur de Malpartida de Cáceres, localidad que dista 12 kilómetros de la capital cacereña. A medio camino entre Los Llanos de Cáceres y la Sierra de San Pedro, Los Barruecos presentan un particular y sugestivo paisaje en el que el granito, el agua y el ser humano, artífices del mismo, han aunado su talento a la hora de modelarlo. Es nuestra propuesta para el fin de semana.

Los Barruecos fue el primero de los Monumentos Naturales declarados en la región, estando publicado su Decreto de creación en 1996. Posteriormente, en la Ley 8/98 de conservación de la naturaleza y de espacios naturales de Extremadura, se reconoce dicha figura de protección y se integra en la Red de Espacios Naturales de Extremadura. El espacio protegido se encuentra en su totalidad en el término municipal de Malpartida de Cáceres y ocupa una superficie de 319 hectáreas.

Dispone de un centro de interpretación situado en las proximidades de la Charca del Molinillo, en que se exponen las principales particularidades geológicas, botánicas y faunísticas del espacio, así como otros aspectos relacionados con la presencia del hombre en Barruecos.

Justo al lado del centro existe un molino restaurado, que conserva perfectamente la presa que le suministraba agua así como la maquinaria de funcionamiento que también puede ser visitada por el público.

Historia

Merece destacar la presencia de restos neolíticos, en especial del poblado calcolítico denominado Las Peñas del Tesoro, del que se conservan algunos restos y que ha aportado numerosos y valiosos restos arqueológicos.

De la presencia romana, merece destacar dos cabritas de bronce encontradas en el lugar y que estaban dedicadas al culto de la Diosa Ataecina.

La primera presa que permitió embalsar el agua en Barruecos fue construida en el siglo XVI, siendo edificadas las dos restantes con posterioridad, entre el siglo XVIII y XIX, para poner en funcionamiento el lavadero de lana, que en aquella época era un recurso de gran valor comercial.

En las visitas a la zona del berrocal de granito, debe evitarse en todo momento molestar a las cigüeñas que nidifican en las rocas, especialmente durante el periodo de incubación y cuando