Un pasado como reportero de guerra pervive en el británico Paul Greengrass y por eso en sus películas "el mundo real invade el cine de palomitas". Así ocurre en Green Zone - Distrito protegido , donde reincide en las claves de la saga Bourne: realidad política en clave de thriller con Matt Damon al frente.

"Siempre se ha dicho que en todo conflicto bélico la verdad es la primera víctima", ha recordado hoy en Madrid ante los medios el director, guionista y productor británico Paul Greengrass, quien se centra en la guerra de Iraq en su nuevo thriller, Green Zone- Distrito protegido , que estrena el 12 de marzo.

Habituado a acercar al espectador medio la realidad política actual, como hiciera con el conflicto norirlandés -"Bloody Sunday"- o el 11-S -"United 93"-, Greengrass se ha empeñado en "no sacrificar la esencia de una gran película de acción" en su cine. De nuevo Matt Damon, con quien trabajó en la saga Bourne, pone rostro ficticio a uno de sus certeros testimonios como cineasta y mantiene viva una sólida relación profesional que no dará lugar a una nueva secuela de la conocida franquicia, tal y como ha reconocido recientemente el director.