De la historia del policía infiltrado en ETA (El Lobo ) a la de los policías implicados en la guerra sucia contra los etarras (GAL ). El equipo que logró un éxito de taquilla con la primera --el director Miguel Courtois, el guionista Antonio Onetti y el productor Melchor Miralles-- se ha reunido de nuevo para dar otro campanazo, convirtiendo una de las páginas más negras de la democracia española en un thriller .

Con un presupuesto de seis millones de euros y un plantel de destacados actores y actrices, la semana que viene se inicia el rodaje de GAL , película basada en hechos reales, aunque oculte algunos, y en la que habrá suspense, acción y sexo.

"Tenemos claro que el cine es un espectáculo", explicó ayer Miralles, para quien la experiencia de El Lobo ha demostrado que el público quiere cine sobre sucesos históricos. Eso sí, se atendrán a la realidad "fuera de toda consideración partidista", según dijo el productor.

Convencido de que la mayoría de los espectadores de cine tienen entre 15 y 25 años y consciente de que el filme trata de asuntos que sucedieron hace 30, el equipo quiere superar los 1.700.000 espectadores que vieron su película anterior.

GAL , que se estrenará en otoño de este año, se centra en la investigación periodística realizada por los reporteros del desaparecido Diario 16 Ricardo Arqués y Melchor Miralles.

Los personajes de ficción mantienen sólo un relativo parecido con los verdaderos protagonistas de la guerra sucia que tuvo lugar entre 1983 y 1987. Aparecerá un presidente del Gobierno pero no tendrá nombre. Los dos periodistas masculinos que destaparon los hechos se convierten en una pareja mixta formada por Natalia Verbeke y José García. Jordi Mollá encarnará al subcomisario Paco Ariza, un claro trasunto del citado Amedo.