El príncipe Guillermo de Inglaterra debería saber que es mejor reservar determinadas aficiones para los círculos más íntimos. Guillermo fue sorprendido el viernes a la salida de un bingo junto con 10 amigos de la academia militar de Sandhurst, donde es cadete. La noticia ocupó ayer la portada del tabloide The Sun y generó un aluvión de llamadas a la Casa Real. Un portavoz se limitó a confirmar su visita al bingo, pero no dió detalles.

El diario asegura que el joven se gastó 7,50 euros en cartones aunque no consiguió cantar ni una raya. Todo parece indicar que el príncipe es más afortunado en amores. Su relación con Kate Middleton es muy armónica y parece que su compromiso no tardará en anunciarse.