Ni una princesa ni un hada. Las cábalas erraron este año. Gwyneth Paltrow se vestirá de holograma para felicitar las fiestas en el espot navideño del cava más famoso, que se estrenará en prime time el día 29 de este mes. "Es un papel nuevo para mí", afirmó la actriz estadounidense el martes por la noche en la fiesta de gala celebrada en un hotel de Amsterdam en la que se presentó su última película, el espot que protagoniza con el bailarín Angel Corella. "No sé cuándo volveré a rodar. Es difícil encontrar algo que valga la pena", se lamentó la mujer de Chris Martin, que desde que es madre prefiere el trabajo breve: publicidad y cintas de minuto y medio.

PASEO POR LOS CANALES

Vestida de burbuja gris perla por Lanvin y a lomos de unos tacones de Givenchy, la rubia platino dejó el Hotel Dylan junto a la figura del American Ballet, que lucía un ceñido traje negro. La lluvia y el frío holandés no les arredró para cruzar la ciudad por uno de sus canales en un pequeño barco hasta el Het West Indisch Huis, un histórico edificio de la capital de los tulipanes construido en 1617 para la Compañía de las Indias Orientales. Allí se han cerrado negocios muy rentables, como la compra de la isla de Manhattan, y allí Paltrow y Corella vieron por primera vez el espot que grabaron a las órdenes de Leopoldo Pomés.

"Es precioso", dijo Paltrow ante el centenar de periodistas convocados en Holanda. "Parece mágico", replicó el artista madrileño, que hace lo que mejor se le da en el filme. En él, y mientras está ensayando unos saltos y unas vueltas, el bailarín ve algo que le deja patidifuso: la Paltrow, que le enseña su larga cabellera a través de un espejo.

Se queda prendado inmediatamente y, en los planos sucesivos comienza una persecución. Acaban juntos, marcándose un baile, alzando las copas y diciendo aquello que desde 1977 han repetido otros 58 artistas antes que ellos: "Freixenet y nosotros les deseamos felices fiestas".

A pesar de lo mala bailarina que se considera, lo que cuenta es la intención. Paltrow quizá no será recordada por su juego de caderas, pero sí por lo bien que dice su frase en castellano, con su acento de Talavera de la Reina. El mismo que, explicó, les está enseñando a sus hijos. Apple, por ejemplo, solo pide "agua" en español, comentó la estilizada actriz hollywoodiense.

Tras el preámbulo cinematográfico, se dio paso a una cena de gala. Corella y Paltrow compartieron charla toda la noche, aunque no menú. Desde que en mayo la contrató Freixenet, la actriz ha perdido ocho kilos. Sigue una estricta dieta vegetariana. En vez de langosta y venado, el menú especial de Paltrow consistió en una deconstruida crªpe de espinacas y un pastel de verduras con puré de castañas. Poco después, Gwyneth Paltrow se esfumó cual holograma. Como en el anuncio del cava.