Haciendo honor al título de su última película --Seduciendo a un extraño --, Halle Berry posó ayer en Madrid para los medios con un modelo que no dejó indiferente a nadie. Menos escotada pero igual de radiante, la que fuera Miss América adolescente en 1985 atendió a la prensa haciendo gala de que, para ella, "la belleza es algo pasado de moda", dijo. Si bien es cierto que para la mayoría del público no es fácil olvidar su intervención como chica Bond en Muere otro día y la sombra que sus medidas le hicieron a la hasta entonces irrepetible Ursula Andress.

Comparaciones aparte, la actriz afirmó que su mayor reto no ha sido tener que afrontar que la encasillen en papeles de "guapa", sino tener que abrirse camino en el mundo del cine "siendo una mujer de color". Algo que, después de más de 30 filmes parece superado.

De hecho, Berry se convirtió en el 2002 en la primera actriz negra galardonada con un Oscar por su papel en Monster´s Ball . Aunque, para ella, el hecho de poseer un premio de la Academia no ha supuesto una carga añadida a la hora de seleccionar a sus personajes: "Sé que parece que debes responder a una serie de expectativas, pero seguir ese camino hubiera supuesto para mí un suicidio profesional", explicó.

Reconoció la actriz que lo que más le motiva a la hora de elegir un papel es que pueda aprender de él: "En parte, cada uno de mis personajes me ha permitido vivir experiencias profundas que me han ayudado a comprender mejor ciertas situaciones personales". Sin embargo, no aclaró Berry si ha sido su profesión la que le ha facilitado superar episodios tan dramáticos de su vida como su sordera de un oído, provocada por la paliza que le dio un antiguo novio.

Ahora atraviesa un momento sentimental bastante dulce al lado del modelo Gabriel Aubry. De momento, sin embargo, no tienen planes de boda, como indicó Halle Berry hace unos días, cuando aseguró que se había dado cuenta de que dos personas "pueden compartir su vida sin necesidad de un anillo y un papel".