Halle Berry explicó recientemente que tras ganar en el 2002 el Oscar a mejor actriz por Monster´s ball se sentó con su agente de toda la vida y ambos trazaron un plan para elevar a la actriz a estrella de máximo rango, una de esas celebridades influyentes y bien remuneradas capaces de llenar las salas con su mera presencia en una película. Y decidieron que Catwoman encajaba bien en ese ambicioso propósito.

Catwoman le brindaba la oportunidad de volver a romper moldes. Fue la primera actriz negra en levantar un Oscar principal y ahora iba a ser la primera actriz negra en liderar una película de superhéroes. A la postre, un reto más en un camino repleto de espinas. "Mi carrera ha estado llena de obstáculos", certificó el viernes Halle Berry en Barcelona, donde tuvo lugar la presentación europea de la película, que en España se estrena el viernes próximo.

"Al principio --prosiguió Berry, muy dispuesta a contar sus penurias en Hollywood-- parecía no haber sitio para una mujer de color en esta industria y me he visto forzada a tomar más riesgos de lo que parece, porque las oportunidades no llegaban. Por eso, los éxitos, cuando llegan, saben mejor, porque he logrado superar muchas dificultades".

Ahora teme, y también los productores, que el público no acabe de abrazar el concepto de una mujer en el papel de una heroína de cómic, y menos si es negra. Una incertidumbre bien pagada.