Los ases del hip hop español no lo dudan: las recientes penas de cárcel contra sus compañeros Valtònyc y Pablo Hasél son un ataque preventivo a las libertades ante una posible respuesta colectiva de la sociedad frente a los abusos del poder tal y como también han denunciado recientemente Kase.O y Sho-Hai.

Es la respuesta que une a ToteKing, Nach, Zatu (SFDK), Rayden y MC Nega (Chikos del Maíz y Riot Propaganda), músicos sin embargo muy diversos en su forma de abordar este género, comprometido y a la vez cainita como ningún otro. «Aquí no se trata de que Hasél o Valtònyc se hayan expresado usando el rap, no se trata de si el rap es muy agresivo y no se ha comprendido el contexto en el que ellos han rimado», asevera Manuel González. Para él, referente bajo su identidad artística de ToteKing, «es un delirio que dos señores hayan sido condenados a prisión en pleno 2018 por escribir cuatro cosas en Twitter» y no duda en la necesidad de «salir a la calle y de luchar».

«Han ido a por ellos no por ser raperos, porque somos muchos. A Valtònyc no lo conocíamos nadie hasta que pasó esto. No tenía repercusión como para que fuera un peligro. Gente más famosa ha dicho barbaridades y no ha pasado nada», destaca Zatu, de SFDK.

De hecho, la mayoría coincide en que «no se escucha más rap que hace 5 años. Es más un reflejo de lo debilitado que está este gobierno», apunta Rayden. En esa explicación de proyección vertical abunda Nega: «Es consecuencia de la crisis que hemos vivido. Cuando el sistema se ha visto amenazado, con la gente organizada y a punto de ofrecer una respuesta colectiva, ha aplicado una represión salvaje, como lo han sido los desahucios», opina.

«A través del miedo y la limitación de nuestra vida social, fomentando el individualismo, se consigue convertir la libertad en algo más complicado, y la sociedad en algo más moldeable. El poder siempre quiere que la gente no piense», asevera Nach, para quien «esta es una respuesta de gente que nos está robando».

Cuando los grises empiezan a manifestarse entre ellos, sin embargo, es al analizar si en una canción cabe de todo. «Yo creo que sí. En una canción de rap, en una de rock o en una película, si empezamos a poner límites, nos metemos en territorios pantanosos», alerta Nega.

«Sin entrar en si los versos son de buen gusto o no, pienso que es una forma de criticar unas malas prácticas políticas o un ejercicio de rabia incontenida por las injusticias que vivimos. Cualquier juicio de valor que se pueda hacer se anula cuando en una canción es igual de condenable que otros delitos tan graves como una violación», apostilla Rayden.