Con los nervios propios de un lanzamiento musical, pero sencillo y cercano, el cantante malagueño Pablo Alborán charló el jueves con Prensa Ibérica sobre Vértigo, su nuevo trabajo, que salió ayer a la calle y que ha ido tomando forma durante esta pandemia. Un disco aún más personal y en el que reivindica la importancia de los pequeños gestos, de esos momentos cotidianos «que hacen que la vida sea grande».

-¿Cómo lleva el vértigo?

-Lo llevo con mucha cautela. Es un momento para transmitir ilusión, pero con cautela, porque todos los planes que tenemos van con alfiler porque no sabemos si siguen adelante. Por ahora está yendo todo muy bien, así que contenido, pero con mucha ilusión y ganas de que la gente descubra este disco, que es clave en mi carrera.

-¿Cómo ha sido el proceso de creación y producción?

Ha sido muy diferente porque es un disco que no espera nada a cambio, que he hecho sin siquiera a veces pensar si iba a salir o no. Hay mucha espontaneidad, mucha verdad, mucha sinvergonzonería, porque se ha hecho antes de la pandemia y durante la pandemia, entonces tiene un poco de todo, tiene unos subes y bajas brutales. Y había momentos del disco en los que yo decía bueno, como esto igual no lo saco pues me lo voy a pasar bien. La producción ha sido brutal, porque involucrarme en la producción, en los sonidos, en los arreglos y hacerlo todo desde Benalmádena para el mundo, es muy significativo.

-¿Es el en el que más involucrado ha estado en todo el proceso?

-Sí, sin duda. Primero por el momento y luego por lo personal, quería hacer un disco, como te decía, sin saber que era un disco.

-¿Qué le inspira para componer y qué hace cuando le llega? ¿Es más ordenado o más caótico?

-Pues tengo las dos caras. Hay veces que soy muy ordenado pero luego otras veces el desorden me inspira mucho. Estar en un confinamiento donde todo está desordenado y patas arriba y con una incertidumbre enorme, con mucho miedo a tu alrededor, con unas noticias negativas en la televisión todo el día, de pronto te crea una sensación de valorar lo afortunado que eres y de darte cuenta de las cosas que tienes a tu alrededor que no se han movido, que son claves en tu vida. Y todo eso me ha inspirado mucho, el valorar las pequeñas cosas que están ancladas en mi vida desde hace años y gracias a mi equipo, a mi familia, a mis amigos, a la gente que me rodea… y de todo eso habla el disco y la inspiración me llega también cuando viajo, cuando leo, cuando recibo información. Si no recibo información, aunque sea negativa o positiva, no hay nada que salga de mí.

-El miércoles hizo un showcase en la Torre Picasso de Madrid. ¿Le dieron más ganas de conciertos?

-Sí, lloré incluso, porque hay un punto donde ya no me doy cuenta de donde estoy, no siento la altura, no siento las cámaras ni nada y hay un punto donde sí me recordó a los conciertos, cuando tienes el foco, ves a la gente así como medio en penumbra, medio alumbrada y de pronto me entró como una sensación de nostalgia brutal y a la vez de esperanza. Yo creo que el concierto nos ha dado a todos una inyección de motivación para seguir, para inventarnos cosas nuevas para lo que viene, siempre que se pueda y nos dejen, pero creo que ahora es el momento de inventar, de darle vueltas a todas las ideas que jamás pensábamos que teníamos que crear.

-Después de más de diez años de carrera, ¿la presión sigue ahí cuando saca nueva música o lo afronta con más calma?

-Siempre está porque respeto mucho mi profesión y el trabajo de la gente que está conmigo. Yo tengo un equipo maravilloso que realmente se vuelca en todos los artistas y en todos los trabajos de la misma manera, pero es verdad que este disco, desde el momento en el que empiezo a hacerlo, ha sido todo como muy sin querer queriendo y la presión no es la misma.

-Pero espera que lo reciban igual de bien, ¿no? Porque ganas sí que hay de su música

-Ojalá, claro que sí, que les entretenga un rato, que ahora mismo es lo único que deseo.

-¿El artista debe estar comprometido con la sociedad en la que vive o solo hacer su arte?

-Yo respeto lo que haga todo el mundo e intento no juzgar a nadie, porque cada uno lleva sus decisiones a nivel social, político... Soy una persona comprometida en su día a día, entonces no puedo dejar de estarlo en mi trabajo también, a través de mi música, a través de eventos, de actos que no tienen porqué ser públicos, pero sí que hay que ser comprometido. Además yo creo que el público también espera que el artista al que sigue tenga una opinión, otra cosa es que yo me involucre políticamente, porque no soporto nada la política, creo que está muy corrompida ahora mismo.

-Hablemos de amor. ¿Es más fácil escribir de amor o de desamor?

-Creo que es más fácil escribir sobre el desamor pero por eso en este disco hay una canción que se llama Hablemos de amor y que hablemos de amor del de verdad, del bueno. Creo que está infravalorado muchas veces hablar de amor porque cuando hablas de desamor y de lo que te duele y de los cuernos y de no se qué, pues eso une más, es como el cigarrito de turno, es más social, une, porque es a mí me pasó esto, pues a mí también..., y al final hay como más morbo en el dolor y la oscuridad, y creo que el amor debemos reposicionarlo otra vez y volver a poner en su sitio lo bonito que es que se quiera bien, que volvamos a valorar los pequeños detalles del día a día. Este disco habla de los pequeños momentos y gestos del día que hacen que tu vida sea grande, porque ahora más que nunca los hemos valorado y es un fastidio que tenga que llegar una pandemia para que pongamos todo en la balanza, pero es que es a así.

-Como dice en una de sus canciones de este disco, ¿tiene miedo al día que no queden aplausos y no griten su nombre?

¿Tengo miedo? Hombre, me daría pena porque es mi trabajo y es también el lugar de mis canciones, cuando las publico uno quiere que sean aceptadas, que siempre haya alguien que quiera escucharme, pero también te digo, si no es así, pues me cojo el petate y me voy [Risas].

-En toda su carrera siempre ha preservado su privacidad y yo no quiero preguntarle por su vida privada, pero sí por cómo se sintió al saber, tras hacer pública hace unos meses su orientación sexual, que ese hecho sirvió para que a muchas y muchos jóvenes les sirviera para dar ese paso.

-Muy agradecido y muy feliz por las cosas buenas que ha provocado. Pero sin más, te quiero decir, hay que seguir y precisamente en la naturalidad y en la normalidad está que sigamos. Y que mi trabajo es la música y lo que he dicho siempre, jamás hablaré de otra cosa que no sea eso.