Con una historia ambientada en el Londres de la época victoriana y con una protagonista con ganas de escribir su propio destino, Mariam Orázal, o lo que es lo mismo Esther Sánchez Lázaro (Badajoz, 1982) ganó ayer el XI Premio Vergara de Novela Romántica con Una cura para el alma, una «historia de «coraje y ternura», en palabras del jurado.

En un primer contacto para conocer sus primeras impresiones, Mariam Orázal aseguró sentirse «contentísima». Pese a que la noticia ya le fue comunicada hace unos días, ayer, al hacerse oficial, reconoció que ya «he podido calmarme, pues me puse muy nerviosa cuando me avisaron de la editorial», día que recuerda como «súper bonito porque me alegré mucho».

De profesión periodista (estudió Comunicación Audiovisual en Badajoz), ayer expresó su felicidad por poder, por fin, «compartirlo», pero admitió que aún se siente «sorprendida», aunque para ella Una cura para el alma es «una novela maravillosa. La adora», y pese a tener sus dudas iniciales sobre si conseguiría ganar, destaca que «estoy muy contenta, orgullosa y satisfecha del trabajo que he realizado durante casi cinco años, porque es una novela cuya documentación me ha llevado un tiempo, sobre todo para estar segura y hacerlo bien».

Editorial Vergara, sello por excelencia de literatura romántica de Random House Mondadori, se la publicará este año, aunque debido al covid no sabe cuándo la podrá presentar. Hasta ahora ha publicado con Selecta, también del mismo sello editorial, pero más centrado en la edición digital, pero en esta ocasión saldrá en papel.

Paige Clearington es el nombre de la heroína de Una cura para el alma, historia que se desarrolla en Londres en 1890 inspirada en las dificultades que siempre han tenido las mujeres para acceder al mercado laboral. «Mi protagonista es una doctora que acaba de graduase en la escuela para mujeres de Londres, siendo todo un reto que les permitieran ponerla en marcha y que luego les dejasen presentarse a los exámenes, y obtener el título. Me interesé por este tema e investigué cómo fueron aquellas primeras pioneras». Y se puso manos a la obra.

La historia

Paige se convierte así en una recién graduada que trabajará a las órdenes de un aristócrata, Maximiliam Hensworth, para quien cuidará de su hijo enfermo de dipteria y durante ese tiempo, como no podía ser de otra manera en un novela romántica, acaba enamorándose de su empleador, manteniendo una relación un poco complicada, ya que ella pertenece a otra clase social. «Es una historia sencilla, no es muy dramática ni muy rebuscada, además tiene mucha documentación histórica, y refleja muchos hechos reales y de la vida de entonces», explica por WhatsApp Mariam Orázal, presentadora del programa Hora punta de Canal Extremadura Radio y autora también, entre otros, de La noble ladrona, La pequeña Malone, Un desafío para la señorita Culier o Los condes no se casan.

Esta era, sin embargo, la primera vez que se presentaba a este premio, del que destaca, además de los 3.000 euros y su publicación, la promoción que supondrá, ya que contará con el respaldo de un sello de gran tirada nacional, lo que permite «garantizar unas ventas decentes».

Aunque nació en Badajoz («como todo los niños cuyos padres viven en pueblos»), es de La Garrovilla, donde pasó su infancia, aunque a la capital pacense también la siente como suya porque fue donde estudió y tenido muchas buenas vivencias.

Buena ambientación

El jurado, que se reunión de forma telemática, ha estado compuesto por las escritoras del sello Nieves Hidalgo y Pilar Alonso (Brenna Watson), por María Cabal, la responsable del blog Paseando a Miss Cultura, además de la autora de género romántico Norma Estrella y la editora de Vergara, Aranzazu Sumalla. Todas han llegado a la conclusión de que la novela de Mariam Orázal está «perfectamente ambientada en la Inglaterra victoriana, con una protagonista audaz que, además, se dedica a la difícil profesión médica en un momento en el que la ciencia estaba vetada a las mujeres», y también han considerado que incluye «unos magníficos personajes secundarios y una trama romántica de las que llegan al corazón y dejan una sonrisa en los labios».

Ya tan solo falta saber si Paige y Maximiliam fueron felices y comieron perdices, pero para saber eso, claro está, hay que leer Una cura para el alma.