Se puede mirar como mira Peter Jackson a su nueva versión de King Kong , como una oportunidad de presentar a los más jóvenes grandes clásicos a los que no suelen tener acceso. Se puede ver también como una muestra más de la crisis en la ficción que producen los grandes estudios de Hollywood. Se mire como se mire, lo cierto es que, 25 años después de la muerte de Alfred Hitchcock, ocurrida el 29 de abril de 1980, no uno sino dos grandes estudios han anunciado sus intenciones de recrear sendas obras del maestro del suspense. Los pájaros y Extraños en un tren están llamados a volver en este principio de siglo XXI a las pantallas, aunque no sea en su versión original.

Universal, el estudio en el que el genio británico trabajó en sus últimos proyectos tras la cámara en EEUU y que estrenó en 1963 Los pájaros , está precisamente tras la nueva versión de la película que protagonizó Tippi Hedren. Esta adaptación aún está en fase de negociación y todavía no hay nombres anunciados ni de director ni actores.

Quien sí aparece ya vinculado a la nueva Los pájaros --que se basará no en el guión usado por Hitchcock sino en el relato corto de Daphne Du Maurier cuyos derechos tiene Universal-- es Michael Bay. Esa vinculación deja claros los objetivos de taquilla: director de superproducciones como Pearl harbor y Armaggedon , fue productor en otras dos adaptaciones de películas de terror que han disfrutado de una fructífera carrera en los multicines: La matanza de Texas y The Amityville horror .

LA SEGUNDA APUESTA El otro proyecto de recreación de obras de Hitchcock es el de Extraños en un tren , que Warner anunció hace dos semanas y que pondrá tras las cámaras a Noam Murro, un veterano realizador de publicidad. Para readaptar el guión basado en el texto de Patricia Highsmith el elegido es David Seltzer, que debe tener una filosofía interesante sobre los remakes: el guión de Willy Wonka y la fábrica de chocolate que firmó en 1971 es objeto de una adaptación, a cargo de Tim Burton, que se estrena este verano.

Con los proyectos de rehacer estas dos películas se consolida la imagen genial de Hitchcock, cuyo trabajo es una de las más copiosas fuentes de inspiración --o incluso algo más-- para muchos cineastas hoy. Precisamente ese genio es lo que impone un reto difícil a cineastas y estudios, como demostraron dos proyectos anteriores basados en películas del hombre que firmó, entre otras, Rebeca . Uno de esos proyectos fue el remake de Psicosis que firmó en 1998 Gus Van Sant. El otro fue Crimen perfecto , que tuvo mejor fortuna en taquilla.