Cuando la Academia de Cine de Hollywood anunció en agosto que varias categorías de los Oscar se darían durante las pausas publicitarias de la retransmisión en directo de la gala, una de las medidas para intentar contener la ceremonia a tres horas, la polémica quedó servida. Desde ayer, ha escalado a una nueva dimensión. Además del corto de acción (la única categoría con presencia española este año gracias a Madre, de Rodrigo Sorogoyen) la Academia decidió excluir maquillaje y peluquería y, el auténtico epicentro del terremoto, fotografía y montaje.

Según justificó en una carta a los miembros de la Academia su presidente, John Bailey, el cambio se debe a la necesidad de «evolucionar» para adaptarse a los «rápidos cambios de los patrones de visionado de los Oscar en el mundo multimedia actual». La entrega de los cuatro premios se podrá seguir en directo en la retransmisión por internet, que debuta este año. En un giro no exento de ironía, se montarán vídeos resumiendo la entrega de esos galardones que se proyectarán luego en la retransmisión de televisión. Cada año rotarán las categorías seleccionadas.

Nada ha evitado que la lluvia de críticas se vuelva diluvio. Aunque hay quien ha recordado que todos los trabajos en una película cuentan en el resultado final, y que fueran cuales fueran las categorías señaladas se produciría un agravio, desde cineastas hasta especialistas han señalado a lo significativo de excluir precisamente dos elementos fundamentales del cine. Lo ha hecho, entre otros, Alfonso Cuarón, que cuenta entre las 10 nominaciones de Roma con la de dirección de fotografía. «En la historia del cine ha habido obras maestras sin sonido, sin color, sin historia, sin actores y sin música», ha escrito en un tuit. «Ni una sola película ha existido nunca sin fotografía y sin montaje».

Su compatriota Guillermo del Toro recordó también en la red social que fotografía y montaje «no son heredados de tradición literaria o teatral, son el cine mismo». Y Emmanuel Chivo Lubezki, reconocido con Oscars por sus trabajos tras la cámara en Gravity, Birdman y El renacido, ha recordado en instagram que fotografía y montaje son «probablemente las partículas elementales, los componentes primordiales del cine» y ha hablado de «una decisión desafortunada», adjetivos a los que la crítica de The New York Times Manhola Dargis ha sumado los de «insultante y errónea».

Dargis ha señalado también a la paradoja de que el presidente de la Academia, Bailey, sea él mismo director de fotografía.