Paul Naschy fue homenajeado hace justo diez años por la Semana de cine fantástico y de terror de Malpartida de Cáceres. El actor y director acudió a la localidad cacereña, donde se proyectaron ´La marca del hombre lobo´ y ´El jorobado de la morgue´. Allí le entrevistó este diario, al que contó su experiencia cinematográfica. Contó que cuando empezó a revisar en los años sesenta alguno de los grandes mitos del terror (el hombre lobo, Drácula, el diablo...), "no sabíamos ni cómo hacer los colmillos y tardábamos casi siete horas en implantar el maquillaje pelo a pelo". Revisar esas películas le producía "cierta melancolía, pero es gratificante porque se recuerdan". Sobre los efectos especiales dijo no sirven "si no hay un buen argumento". El actor comentó que en Japón, donde dirigió varias películas, había hecho "lo más importante" de su carrera. Su atracción por el género tuvo que ver más con la literatura por el cine. "Había leído a Le Fanu, a Poe, a Lovecraft, pero no había visto muchas películas". Y negaba que fuera un subgénero. "En Hollywood un filme de serie B puede ser una gran película, rodada con pocos medios". A pesar de sus papeles más brutales, decía preferir un cine "gótico, en el que se insinúa más que se muestra".