Exceptuando la porción triangular oeste, las 70.000 hectáreas del espacio protegido de Los Llanos y Sierra de Fuentes rodean la ciudad de Cáceres a modo de un grueso anillo, cuyo perímetro, al norte y al este, son los cauces fluviales del Tamuja y el Almonte, y al sur, la población de Aldea del Cano y el río Ayuela. Se trata de una extensa pseudoestepa en cuyo interior se desarrollan especies y comunidades de aves de excepcional interés, motivo por el cual este espacio está también declarado Zona de Especial Protección para las Aves. Además, se incluye dentro de la Red de Espacios Naturales Protegidos con la figura de Zona de Especial Conservación (ZEC), conservando los mismos límites que la ZEPA.

Situación

Extensa área de llanuras con suaves pendientes que se extiende desde Brozas hasta Trujillo, asentada sobre la penillanura cacereña y que queda enmarcada por las formaciones montañosas de la Sierra de San Pedro, cierre natural de Los Llanos. Al norte, los ríos Tajo y Almonte, se interponen ante las estribaciones de las sierras que nacen en Gredos y Villuercas, dando paso a terrenos menos abruptos. Sierra de Fuentes es la principal formación montañosa dentro de la llanura, destacando como una gran isla inmersa en los pastizales. En el centro de los Llanos se encuentra el Embalse de Guadiloba, con su peculiar forma de dragón.

El espacio protegido incluye las mejores zonas para las aves, quedando en gran parte limitado por los riberos del río Tamuja y del río Almonte. La superficie de la Zona de Especial Conservación incluye algo más de 70.000 hectáreas, pertenecientes a los términos municipales de Cáceres, Sierra de Fuentes, Torreorgaz, Torrequemada, Torremocha y Aldea del Cano.

Naturaleza

Pese a ser una vegetación procedente de degradación de los bosques primigenios, ha adquirido ahora un gran valor de conservación y es considerada una de las áreas peseudoestepáricas de mayor relevancia a nivel mundial.

Flora

Los extensos pastizales que ahora cubren las suaves ondulaciones, estuvieron en tiempos cubiertos por encinares, que es la vegetación potencial de la mayor parte del territorio y de la que ya sólo quedan restos en las dehesas circundantes y en las partes altas de las sierras, como en Sierra de Fuentes.

Los pastizales permanentes, que no son labrados nunca y se dedican al pastoreo, presentan unas comunidades de plantas herbáceas muy variadas, predominado las gramíneas, leguminosas y compuestas. Así, tréboles, poas, cardos, cardillos, brizas, y amapolas, cubren los campos.

Gran parte de la superficie se dedica a cultivos de cereal, especialmente trigo, avena y cebada o una mezcla de todas ellas, rotando cada año las parcelas de siembra y dejando que se regeneren los pastizales durante unos años, denominándose entonces posíos, muy utilizados por la fauna tanto para alimentarse como para nidificar.

En los pastizales, las principales especies leñosas acompañantes son la retama, escoba amarilla, cantueso y tomillo.

Los riberos del Tamuja y Almonte presentan una peculiar vegetación típica de zonas muy térmicas en la que destaca la presencia de acebuche con las encinas, y el aladierno, piruétano y majuelo. En los arroyos estacionales, cuyo cauce se seca en el estiaje, suelen presentar tamujos y juncos en sus orillas.

Fauna

La declaración como ZEPA de Los Llanos de Cáceres, se justifica por la impresionante concentración de aves existente en estas