El misterio continúa campando a las puertas del Hospital Montepríncipe de Madrid, donde el pasado miércoles ingresó de nuevo Rocío Jurado. La cantante permanecía ayer en la clínica, donde se seguía sometiendo a "unas pruebas", reiteró su hermano y mánager, Amador Mohedano. En adelante, no habrá más versiones que las que dé la familia. Así lo comunicó Pablo González Jerez, director del equipo médico, quien explicó que los allegados han pedido a la dirección del centro que no emitan partes médicos sobre el estado de salud de la tonadillera.

Sin informes de los doctores, todo son conjeturas sobre el estado de salud de la Chipionera, su evolución y el alta clínica. Evasivo, Mohedano manifestó ayer que la cantante "aún estará algún día más" ingresada en el hospital antes de volver a su casa de la Moraleja, a la que llegó el 8 de abril después de tres meses hospitalizada, primero en el centro M. D. Anderson de Houston y luego en el Montepríncipe. Amador Mohedano sólo entró en detalles para recalcar que la artista no había sufrido ninguna hemorragia leve, en contra de lo que trascendió el miércoles.

El silencio del hospital quizá arranque del parte médico de principios de abril, que informó de que la cantante había sufrido una insuficiencia hepática aguda. La cuñada de la artista, Rosa Benito, habló días atrás en televisión de que el informe había desatado la alarma. Así que es posible que la familia, dada la gravedad de la enfermedad de Jurado, prefiera gestionar la información y torear el alarmismo.