"Habríamos ido a verla aunque la hubiesen enterrado en Madrid". Sin desanimarse por el frío viento de la madrugada del jueves ni por el calor que brotó ayer, cientos de seguidores de Rocío Jurado aguardaron en la calle durante horas la llegada y el funeral de su paisana más ilustre. "Chipiona tenía que estar hoy aquí; Rocío nos llevó en su corazón y no se merecía menos", explicaba Antonia, una vecina de la residencia de la cantante.

Las previsiones iniciales del ayuntamiento hablaban de hasta medio millón de personas en una rotunda despedida a la más grande. Ayer los cálculos más optimistas no rebasaban los 10.000 congregados.

"Me enteré a las seis de la mañana, oí una de sus canciones y ya no me separé de la televisión", explicaba una vecina de Chipiona apostada la noche del jueves en primera fila a la espera de la llegada del féretro. A su lado, Carmeli y Fina, dos amigas llegadas de Sevilla, contaban que habían conocido a la artista 10 años atrás en la romería del Rocío. "Y estuvimos cantando y bailando con ella". Desde entonces la siguieron a todos los conciertos en la provincia. "Y se acordaba de nosotras; era mejor persona que cantante, si eso es posible".

Tiendas cerradas

Todos los comercios cerraron sus puertas en señal de duelo y lucieron crespones negros. "Hoy no estoy para nadie, solo para mi Rocío", contaba Ana, que ya había acudido a la casa de la cantante para depositar unas flores y escribir su despedida en el muro.

No faltaron quienes aprovecharon para descubrir a los famosos que fueron a la ceremonia, como Julio Iglesias y su compañera, Miranda; Julián Muñoz e Isabel Pantoja, muy afectada; Falete; el bailaor Farruquito ; Curro Romero y su esposa, Carmen Tello; la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez; las cantantes Charo Reina y María José Santiago, y el torero Enrique Ponce.