La Gala de entrega de la XXII edición de los Premios Goya, que tendrá lugar el próximo domingo, seguirá "una línea continuista" con respecto al pasado año, marcada de nuevo por el humor y las parodias de su presentador, José Corbacho, y con un retardo de media hora con respecto a su emisión por TVE.

Un total de 34 largometrajes compiten este año en los premios cinematográficos españoles, en una gala que tendrá lugar en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid con José Corbacho como maestro de ceremonias, que se encargará de "salpicar la noche de pequeñas pinceladas de humor" para centrarse así en entregar los premios a la gente del cine, apuntó hoy el humorista.

Corbacho repite como presentador de la gala, además de como co-director, junto a Manel Iglesias, y como encargado del guión de la misma, y potenciará su particular humor paródico y sus continuos y llamativos cambios de vestuario a lo largo de las dos horas que dure la fiesta del cine, grabada sin interrupciones y con "El orfanato" y "Las trece rosas" partiendo como favoritas.

TVE ofrecerá un seguimiento especial con la llegada de los invitados a la alfombra roja a partir de las ocho y cuarto y hasta las nueve de la noche del domingo dentro del espacio "España directo", para emitir, en torno a las diez de la noche, la ceremonia de entrega con media hora de retardo con respecto a la celebrada en el Palacio de Congresos y a la que se incluirán los habituales cortes publicitarios.

Éxito de audiencia

Avala al humorista catalán el éxito de audiencia de la ceremonia emitida en 2007 por TVE, con 3.282.000 espectadores y un 20,5% de cuota de pantalla logrados, casi un millón de televidentes más que en la edición del 2006. A pesar de mantener una estructura formal muy similar a la del pasado año, lo que hará que la gala sea "muy diferente" serán las películas en competición y las candidaturas en juego, "que en 2007 dominaban cuatro títulos mientras que este año las opciones están mucho más repartidas y hay mucho talento nuevo", apuntó el presentador de la ceremonia.

Todos los galardonados podrán agradecer sus premios "sin limitaciones" y el cine español será el protagonista de una noche cuyo esfuerzo creativo está centrado en los asistentes al Palacio de Congresos para "crear una energía que pueda trasladarse al falso directo visto en televisión". También será una noche sin contenido político ya que, tal y como explicó Corbacho, "a dos meses de las elecciones no interesa meterse en ese jardín".

Entre los profesionales encargados de entregar los galardones se encuentra el músico Alberto Iglesias, candidato por segunda vez al Oscar, Elsa Pataky, Santiago Segura, José Coronado y "una estrella española de carácter internacional", avanzó Emilio Pina, productor de la gala, sin querer desvelar su identidad.

"Mantener la sorpresa hasta el final"

Tampoco se avanzó el nombre de la persona que entregará el Goya de Honor a Alfredo Landa, tras la polémica suscitada por las declaraciones del propio actor negándose a recoger el premio de manos de José Luis Garci, porque la Academia prefiere "mantener la sorpresa hasta el final ya que el propio actor tampoco lo sabe", y porque, de saberse, "habría que encerrarlo durante una semana", apostilló Corbacho. El humorista y cineasta tiene preparado un homenaje personal a Landa, que no consistirá en una mera imitación y que no está muy convencido de que termine gustando al veterano actor.

Corbacho celebró que otra de las polémicas de esta edición, la intención inicial de la Academia de excluir la entrega del Goya en las categorías de cortometraje de la gala principal, "haya otorgado gran cobertura informativa al género", al tiempo que adelantó que estos premios ocuparán el mismo espacio que en la pasada edición, y serán entregados "a mitad de la gala".