Hay un humor sin palabras y un humor que no se entiende sin palabras. Del primero son maestros en España los componentes del grupo Tricicle. Del segundo, legión de cómicos agrupados en el programa El club de la comedia o el canal Paramount de televisión.

Para los seguidores de los primeros, el teatro López de Ayala de Badajoz (mañana, 21.00) ha contratado al, por decirlo así, segundo equipo de Tricicle, Clownic, y su espectáculo Ticket . Las caras son otras (las de Eduard Méndez, Xevi Casals, Gregor Acuña Marc Montserrat), pero el trabajo de creación es compartido por los componentes de .Tricicle (Carles Sans, Joan Gràcia y Paco Mir). Como con Tricicle, es un espectáculo monotemático, en torno al cine de humor, que viene a ser el propio origen del grupo catalán: sus trabajos deben gran parte de su estética al cine mundo, a directores como Charles Chaplin o Buster Keaton, pero también al absurdo, ya en la época sonora, de los hermanos Marx, Laurel & Hardy o Jacques Tati (mudo él mismo en sus películas, repletas de sonidos del entorno, sea el tráfico o los aparatos mecánicos). A ellos y a otros como Rowan Atkinson o Monty Python homenajea el espectáculo Ticket .

En el teatro Alkázar de Plasencia (hoy viernes, a las 21.00), la sesión de humor hablado corre a cargo de Dani Rovira, Txabi Franquesa y David Amor. Los tres forman parte de la cuadrilla del programa televisivo de La Sexta El club de la comedia, en su versión teatral

A Dani Rovira, malagueño de 1980, le convencieron para que se presentará al canal de la Paramount después de recorrer bares, salas de fiestas y teatros haciendo reír: "Lo tuyo son los monólogos", le dijeron, así que probó suerte y entró en el canal.

Rovira aplica el surrealismo a sus historias. "Me invento un ser que no existe en la realidad y juego a ver qué pasaría si lo metiera de repente, no sé, en El Corte Inglés", dijo a este diario con motivo de una actuación anterior en Extremadura.

El catalán Txabi Franquesa también vuelve a despertar la risa en la región extremeña. Estuvo el pasado junio en Mérida y Cáceres. Entonces dijo: "Hay una máxima: una buena improvisación nace de una preparación. Yo puedo desvariar, pero no improvisar constantemente. Soy de los que escribo mis textos, a partir de los cuales improviso. Y eso es lo que hace que estas funciones teatrales sean únicas".