Cuando todavía resuena la noticia del bloguero estadounidense que se hizo pasar por Amina, una lesbiana siria con la que quería denunciar los sucesos de Oriente Próximo, aparece Nick , el último libro de la narradora y poeta extremeña Inma Chacón, sobre el uso de identidades falsas en internet y en el mundo real.

Nick , publicada por la Galera, es una historia para jóvenes y adultos, que Inma Chacón (Zafra, 1954) ha pergeñado gracias a la vivencia y experiencia que ella tuvo con su hija, cuando estaba en "edad rebelde", y se enamoró perdidamente de un chico por internet, pero con identidad falsa bajo el nombre de Dafne".

Y es que la novela de Chacón, apellido que recuerda de forma inevitable a su hermana gemela fallecida, la también escritora Dulce Chacón, se mete en un juego tan actual como complejo: las caretas y mentiras que ten permiten crear diferentes personalidades en la redes sociales.

Nick narra la historia de un grupo de amigos que se mueven en el mundo virtual y en el real de la misma forma. La protagonista Dafne se enamora de un chico de barrio, para quien es invisible y por lo que se crea un perfil falso en facebook. Un perfil que es tan maravilloso que el chico finalmente se enamora; pero ese perfil también gusta a otras personas y comienza un juego de persecuciones con identidades falsas que se ocultan bajo sus alias.

Para Inma Chacón --quien pese de los posibles peligros del uso de internet es una ferviente defensora de la red-- esta es una historia con la que ha querido mostrar que "la mentira no es patrimonio de internet, porque las caretas se pueden utilizar tanto en el mundo físico como virtual", dice a Efe.

"En internet --comenta-- eliges tu nick (seudónimo) y la propia elección ya tiene mucho significado. Es un yo electrónico que tú eliges, pero en la vida real se miente tanto o igual; y usamos no una, sino muchas caretas. Solo he querido contrastar los dos mundos, y dejar claro que internet da muchas posibilidades para la mentira pero no más que en la vida".

CON AYUDA Con una trama rica y compleja y con un lenguaje directo y repleto de terminología y guiños para la gente joven --no en vano, confiesa que ha recibido la ayuda y asesoría de su hija y de sus amigos--, la novela es un texto para la reflexión.

"Hemos desarrollado un miedo a internet que la única manera de vencerlo es con información. Siempre nos da miedo lo desconocido, pero la red no es tan peligrosa. Estamos viviendo un cambio generacional tecnológico y tenemos que hacer un esfuerzo por entenderlo porque tiene infinitas posibilidades", subraya.