El documental Después de la batalla , en el que la directora extremeña Irene Cardona recoge la historia de los campos de concentración extremeños, fue el encargado ayer de inaugurar el décimoquinto Festival Ibérico de Cine de Badajoz.

La proyección, que tuvo lugar en el teatro López de Ayala, marcó el comienzo de un certamen en el que se podrán ver hasta el 17 de mayo, en su sección oficial, 23 cortometrajes de España y Portugal, seleccionados entre los 160 trabajos presentados.

Irene Cardona, que ya inauguró la edición anterior de este festival con su película Un novio para Yasmina , ha querido mostrar en su documental como "la guerra no termina en el 39, sino que continua con un proceso de represión por parte de los vencedores que ha dejado mucha huella".

La idea de realizar esta cinta de 50 minutos surgió "tras escuchar a muchas personas, que al ver el documental que hicimos sobre la batalla de Badajoz, aseguraban que la posguerra fue peor", según Cardona.

En este trabajo, que no entra en competición, Irene Cardona ha contado con la ayuda de historiadores y de 12 testimonios, que sus protagonistas, algunos presentes ayer en la proyección, cuentan en primera persona.

"No he querido utilizar un narrador. Quería que la historia se contara a través de sus protagonistas", dice Cardona.

La directora asegura que ha querido hacer una reflexión sobre la necesidad de recordar y de conservar viva la memoria, siempre con la perspectiva de que "la historia no es la de los grandes hombres, sino la de cada uno de los hombres y mujeres que participaron en un proceso histórico".