ESTEBAN. GARCIA BALLESTEROS

ALMENDRALEJO (1968)

FESTIVAL ´ROMULO EL GRANDE´, EN EL 2005 Y ´VIRIATO REY´, EN EL 2006

J. PEDRO CARRION MEDINA DEL MONTE, VALLADOLID (1950)

FESTIVAL SU CUARTA OCASION EN MERIDA TRAS ´LA ORESTIADA´, EN 1990 Y ´ASAMBLEA DE MUJERES´, EN 1999

Dos personalidades y profesionales muy diferentes, José Pedro Carrión y Esteban García Ballesteros aúnan en Timón de Atenas sus esfuerzos para mostrar al público del anfiteatro de Mérida la tragicomedia de William Shakespeare. El primero revelando la hipocresía del mundo a través del la traición que sufre el protagonista. Ballesteros, por el contrario, enfrentando la razón y el corazón como Flavio, el mayordomo.

--¿Están nerviosos por la respuesta del público

--J.Pedro Carrión. Cómo no vamos a estar nerviosos si tenemos nervios. Además como dice mi amigo Alfonso Vallejo, los pensamientos y los sentimientos son el desperdicio del sistema nervioso. Entonces estamos nerviosos por la palabras, los pensamientos y las sensaciones, como la que tenemos ahora de estar haciendo algo útil.

--Esteban García Ballesteros. Lo que estamos contando es algo muy curioso y nadie se irá de vacío, además cada uno va a sacar su propia conclusión.

--Ha dicho el director que se ha rodeado de actores muy preparados ¿estáis de acuerdo?

--E.G.B. Para mí, con José Pedro ha sido maravilloso, porque es un maestro que me ha enseñado muchas cosas, él es una cosa y los demás somos otra.

--J.P.C. Yo creo que maestro está mucho más cerca del misterio y de la ignorancia. Tenemos una herencia, que es el teatro, por el que los actores nos convertimos en obra de arte misma algo que solo ocurre en el teatro, del que primero que aprendemos somos las personas que lo hacemos.

--Benite también ha comentado que goza de un equipo con mucho talento el cual le ha facilitado su trabajo

--J.P.C. Habría que definir talento, porque sino queda como una palabra ambigua, para mí el talento es la capacidad de percibir la realidad de una página en blanco dibujada con una cosa milagrosa que son las letras. Y esa realidad se expresa en el escenario de una forma bella y coherente. Además, el escenario es un lugar donde el equilibrio es muy delicado, en él puedes perder en segundos todo el trabajo, si se te olvida una palabra por ejemplo.

--E.G.B. Bueno, para mí el trabajo del equipo se ha basado en dejar claro qué cuenta la obra y lo que queremos transmitir con cada texto, para luego interpretarlo. Todos hemos aportado al texto cosas interesantes para que sean más comprensible al público.

--¿Qué es para un actor representar una obra en el anfiteatro de Mérida?

--J.P.C. La sensación que percibes de la gente que lo visita parte de nuestra técnica y de la ilusión de la primera vez. La arena y la fantasía de lo que fue tiene mucho poder y la historia del anfiteatro sigue escuchándose en el lamento y la angustia y eso nos afecta.

--E.G.B. Es más dificil, en el teatro romano tienes al público más cerca y mejor distribuido, hablando de las cuestiones técnicas del espacio ya que en el anfiteatro el público está más disperso y la acústica empeora, pero, sin duda tiene mayor energía que la del teatro porque sabemos que ocurrió en esas piedras.

--¿Y consideran que el teatro debe estar presente en la educación de los hijos? como usted (Carrión) ha dicho

--J.P.C. El teatro es un elemento de nuestra vida y la sustancia del ser humano para percibirse a sí mismo en los otros, entonces ¿por qué no está en las guarderías y en colegio? El día que los padres reclamen para sus hijos la educación del teatro tendremos un mundo mejor sin duda alguna.

--E.G.B. Enseño teatro a niños desde hace 15 años, y es maravilloso ver cómo asumen sus valores cuando salen de clase y la evolución que experimentan. No me deja de asombrar ese cambio porque con el trabajo en equipo aprenden cómo relacionarse, cómo expresarse y asumen la vida desde el punto de vista del juego.