"Eramos guapos, jóvenes y estúpidos. Ahora ya solo somos estúpidos", aseguraba ayer Sir Mick Jagger antes del estreno en el Festival de Cannes, fuera de competición, de Stones in exile , documental sobre la ajetreada grabación en 1971 de Exile on Main Street . Mientras, fuera del cine, la Croisette trataba de sobreponerse a la caótica respuesta de prensa, fotógrafos y aficionados ante su satánica presencia. Después de todo, ninguna estrella tan importante como él ha visitado ni visitará la muestra este año.

Tenía razón a medias. Guapo y joven no es, y eso se nota aunque, como ayer, vista con vaqueros y americana de tejido brillante y unas Nike tamaño tanque, pero de tonto tampoco tiene un pelo. El documental, del que Jagger es productor ejecutivo, no es ni más ni menos que una audaz forma de promocionar la reedición de Exile on Main Street .

Respecto a las intenciones de Stones in exile , habló sin decir nada: "Ha pasado mucho tiempo desde que grabamos el disco, de modo que reeditarlo no es suficiente --explicaba ayer--. Es importante que la gente pueda ser testigo del contexto, de la época en la que sucedió. Hoy en día ya no se graban discos en el sótano de una villa del sur de Francia". Fuera de competición también se presentó Carlos , la monumental biografía del mercenario Ilich Ramírez Sánchez (Carlos el Chacal) que a principios de los 70 se unió al Frente Popular para la Liberación de Palestina y que, hasta su arresto en 1994, mató, secuestró y bombardeó en todo el mundo. Oliver Assayas, el director del filme, rodó en cinco idiomas en 11 países y con unos 1.500 extras. El resultado es un triunfo.