"Por fin habrá un lugar donde se pueda estudiar en serio esto que hacemos tan en broma", dice ilusionada la payasa Pepa Plana, una de las reclutas del ejército de cómicos que, capitaneados por Jango Edwards, darán clase en la escuela internacional de payasos que abrirá en octubre en la antigua fábrica textil en Cataluña. El ambicioso proyecto aspira a reunir a los mejores clowns para pasar el testigo de la profesión a una nueva generación.

"El mundo necesita humor más que nunca", asegura Jango Edwards quien, tras 40 años de actuaciones, se ha retirado temporalmente de los escenarios para impulsar este y otros proyectos. "Yo ya estoy mayor y tiene que quedar algo para cuando nosotros ya no estemos aquí", asegura el circense.