Para Javier Bardem ser actor significa "crecer y olvidar". Esa reflexión la hizo ya sin tensiones ayer por la mañana a un grupo de periodistas una hora antes de recibir el Premio Nacional de Cinematografía, que le fue entregado por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, en el marco del festival de cine de San Sebastián. "Lo tomo para entregárselo a toda la gente de la profesión a la que debo tanto y rindo pleitesía", declaró el ganador del Oscar al mejor actor de reparto por No es país para viejos . El protagonista de la recién estrenada Vicky Cristina Barcelona se quedó sorprendido cuando supo que le concedían este reconocimiento. "Puede que quede pedante, pero fue por humildad. Uno representa a un oficio que pertenece a muchos. Que me elijan es considerar a la interpretación un símbolo de la cultura".