Javier Mayoral (Trasierra, Badajoz, 1970) puede ser presentado desde tres perspectivas: periodista, profesor y poeta. Como periodista, arrancó el presente siglo ganando el premio Larra de Periodismo y continuó hasta hace poco en los servicios informativos de Telemadrid. Como profesor, imparte clases desde hace más de una década en la Universidad Complutense de Madrid. Como poeta, acaba de publicar su segundo libro, Si por azar , en Playa de Akaba, una editorial cofundada por el último ganador del premio Planeta, Lorenzo Silva. Mayoral nos recibe en Madrid, cerca de su residencia habitual, unos días antes de regresar a Extremadura para el tradicional descanso veraniego.

--¿Sigues en contacto con tu pueblo?

--Sigo muy en contacto, hasta el punto de que estoy rodando un documental sobre mi pueblo, Puebla del Maestre. Quiero contar los cambios que han ocurrido en un pueblo normal de Extremadura, aquellos que no saltan a la vista pero que han sido una gran revolución, mucho mayor que en las ciudades. Resulta muy interesante ver cómo la vida de una sociedad que era muy grupal y de puertas hacia afuera, ha ido cambiando y girando hacia el interior. La gente ha pasado de mirar desde el umbral de la calle a mirar la pantalla de la televisión y eso ha afectado a las relaciones sociales. Ya no existe el sentimiento de vecindad que había antes. Algunas personas del pueblo me han dicho que con más dinero ya no necesitamos a la gente, que a medida que tenemos más, necesitamos compartir menos.

--En una de las pantallas de tu casa, a través de Twitter, escribiste: "Tan importante es el porqué como el hacia dónde y el hasta cuándo". Quería trasladarte esas mismas preguntas con respecto a tu poesía.

--Pienso en el parecido entre escribir y correr, acción que también es una constante en mí, porque me libera, me distancia de mí mismo. Misteriosamente te pones a correr y se acaba la prisa porque empiezas a pensar con una perspectiva diferente. Escribir viene a ser algo similar. Si no supiera cuándo voy a acabar, correr sería infernal. Si no supiera el hacia dónde, estaría perdido, al igual que con la escritura. Cuando estás escribiendo tienes que saber qué quieres contar.

--¿Y qué querías contar en Si por azar ?

--Quería hablar de las contradicciones interiores, de esa sucesión de personajes que llevamos dentro, que unificamos al vestirnos cada día con el mismo traje pero que son diferentes

--En Pateras de seda , tu primer libro de poesía, aparece una frase similar: "A veces me miro al espejo y discrepo". Y en tu último libro escribes "Yo, la multitud". Siento que tienes diferentes yos que están discutiendo contigo mismo...

--Escribiendo y leyendo intento comprender la diversidad que hay en cada uno de nosotros. Me parece que el ejercicio conformista de no reconocer al tipo malo que ves en ti no es correcto. Es más, creo que habría que darle más espacio a ese malhechor en la escritura, que se destape y diga sus frases. En algún momento tendremos que reconocer que la culpa no la tienen los demás, que los responsables somos nosotros mismos como personas libres.

--Además de tu yo poeta, tienes un yo periodista. ¿Cómo te planteas esta profesión dentro de la crisis que está viviendo el periodismo?

--Me la planteo como una profesión que es muy bonita si la puedes practicar con honradez pero lamentable si no vas a poder ejercerla como tú crees que debes hacerlo. Es preferible cualquier otra profesión a un periodismo ejercido de mal modo. Particularmente, en mi vida profesional he tenido mucha suerte, porque a pesar de todas las dificultades que viví en Telemadrid, no me he tenido que arrepentir de nada desde el punto de vista ético. He cometido errores, pero no he hecho nada de lo que me haya arrepentido.

--¿Te pasó factura esta actitud a nivel profesional?

--Sí. Me ha pasado factura, sin duda. He estado castigado durante semanas y meses por no acceder a lo que pedían que hiciera.

--Viviste la agonía de Telemadrid --861 despidos-- y ahora estás viviendo desde dentro, como profesor, los problemas en la Universidad Complutense, ¿encuentras paralelismos?

--El problema en ambos casos lo veo en la gestión. Hay que pedir una gestión impecable y exigir responsabilidades si no se cumple. Lo curioso es que los mismos que han sido un desastre gestionando Telemadrid han sido los que han decidido que la cadena era inviable y se han quedado tranquilamente allí. Además veo un problema ideológico, hay partidos políticos que no creen en una televisión pública. En el caso de la Complutense, esta universidad tiene una gestión autónoma, pero hay dinero comprometido por parte de la Comunidad de Madrid que no se ha invertido. Además la situación se agrava porque están disminuyendo las becas y aumentando el precio de las matrículas. El resultado es que habrá gente que no podrá estudiar porque no tendrá dinero. Eso es una barbaridad.

--Quería cerrar la entrevista con algo de optimismo utilizando otro de tus versos, titulado Paisaje milagroso en mitad de la batalla . Allí escribes: "A pesar de todo, el amor ileso".

--Cuando ves, tal y como está el patio, a un camarero que te pone con profesionalidad un café o a un alumno de 19 años que se ilusiona por el periodismo, a pesar de que han despedido a 12.000 periodistas en los últimos años, piensas "esto permanece intacto, la gente se ilusiona". El amor ileso, es fundamental.