"Yo soy un cura de la iglesia católica", dice Jesús Sánchez Adalid que dijo cuando subió al estrado para darse a conocer como ganador del premio Fernando Lara de Novela el pasado jueves en Sevilla. "Entonces se hizo el silencio".

El novelista extremeño acaba de obtener el segundo galardón en importancia de la editorial barcelonesa tras el Planeta. Se hizo con 120.000 euros y se aseguró miles de lectores para cuando dentro de unos veinte días se ponga a la venta El alma de la ciudad . El día de ayer fue tremendamente ajetreado para el autor de El mozárabe , uno de los autores de novela histórica más leídos de España. Tras una sesión maratoniana de entrevistas, el regreso a última hora de la tarde fue algo penso, confiesa. Con la autovía sin terminar, el tráfico del fin de semana le demoró su llegada a Alange, donde ejerce como párroco.

--Como en sus anteriores novelas, El alma de la ciudad vuelve a enfrentar a dos mundos.

--Sí. Cuenta la metáfora de la fundación de la ciudad de Plasencia y presenta dos ciudades, la de Dios y la de los hombres. El relato es el recuerdo del personaje protagonista que, mientras recorre el Camino de Santiago, recuerda su vida durante la fundación de Plasencia por Alfonso VIII en el siglo XII. Es una ciudad que creció de nueva planta y que fue conquistada por los árabes y reconquistada por los castellanos.

--¿Ha hecho el camino de Santiago?

--Muchas veces. El año pasado lo hice con 30 jóvenes y me lo conozco muy bien. Yo soy un peregrino, aunque no se refleje tanto en esta novela. A pesar de que su protagonista también lo es, el relato transcurre en un lugar fijo.

--Ha dicho que la Edad Media no es una época oscura.

--Es un mito que ha surgido en las tres últimas décadas. Esta es una época puente como otras; desaparecen unas cosas y otras se mantienen. Si uno lee a San Isidoro de Sevilla, a Averroes, a los traductores de la Escuela de Toledo, se da cuenta de que no hay un corte radical. Hay una continuidad.

--¿En la noche que le concedieron el premio se lamentaba de que la literatura ha abandonado la espiritualidad?

--Creo que me refería a las novelas históricas. Si uno lee algunas de ellas parece que están escritas como si Nietszche, Freud o Marx hubieran vivido en el siglo VIII y a ello respondieran sus personajes. Pero un personaje que no cree es impensable en esa época.

--Como en otras novelas suyas, habrá mantenido el rigor documental.

--En este caso me he servido de los favores de los archiveros de las catedrales de Plasencia y Cáceres, Francisco González Cuesta y Carmen Fuentes. A ellos he consultado numerosos datos.

--El mismo día del premio, el periodista Luis María Ansón denunciaba lo que el llamaba "la farsa del premio Fernando Lara" aludiendo a que es un premio "arreglado".

--No lo sabía. Estoy al margen de eso. A mí me daría vergüenza que se supiera que me hubiera presentado sin haber ganado; por eso me presenté bajo seudónimo. Para mí, ganarlo refrenda mi obra frente a la crítica y otras cosas. Había terminado la novela y pensé: "¿Qué hago?" Era una novela muy larga, de 700 páginas, y estaba muy satisfecho de ella. Entonces decidí presentarme al premio. Y me he alegrado ganarlo, claro. También por Extremadura.

--Usted es un escritor de Ediciones B y ahora ficha por Planeta.

--Pero no he roto con Ediciones B. Tengo firmado con ellos la publicación de una próxima novela. Supongo que les habrá dado un vuelco el corazón; pero me han llamado para felicitarme.