Jorge Picó, director de escena de El amor del ruiseñor , que se estrenó anoche en Mérida, ha vuelto al teatro romano, donde actuó en anteriores ediciones, para traernos una revisión del mito de Procne y Filomela, mito en el que se ha basado Timberlake Wertenbaker para esta versión de la Metamorfosis de Ovidio. En esta ocasión debuta como director.

--¿Ha resultado difícil adaptar la obra desde un teatro cerrado a uno abierto, como lo es el teatro de Mérida?

--Sí. De hecho en los ensayos el trabajo ha sido abrir el escenario.Intentaremos abrir más los laterales, así aprovechamos más el espacio de Mérida.

--¿Qué ventajas e inconvenientes tiene actuar en un espacio abierto como este teatro?

--Las ventajas que tiene es que al actor le permite entrar en un juego más físico que en otro teatro más íntimo. La obra cobra otra dimensión, es como si te pusieras el traje de domingo.

--¿La escenografía de esta obra no es demasiado impactante para un espacio clásico como es el teatro romano?

--Buscamos un espacio que pudiera servir para el interior y para el exterior. Hemos arriesgado mucho con este decorado, es una apuesta.

--Usted es actor, director y traductor de textos. ¿Qué es lo que más le apasiona?

--Lo más gratificante es actuar y es donde yo he aprendido el oficio. Es el útero de donde yo he salido.

--Es la primera vez que viene a Mérida como director, porque como actor ya había actuado en dos ocasiones. ¿Es diferente?

--La diferencia es que como actor tienes una responsabilidad más acotada y como director tienes responsabilidad sobre todo pero lo anterior me ha servido para preparar esto. Me ha ayudado mucho a preparar la puesta en escena porque sé lo que las piedras de aquí te piden.

--¿Piensa que la actualidad de los mitos está vigente hoy día?

--Sí, pienso que es tan actual que hay gente que no le interesa que se cuenten mitos porque tienen mucho contenido de actualidad.

--¿Por qué se decantó por el mito de Procne y Filomela para esta adaptación?

--Hay varios valores en este mito. Uno que me toca mucho es el valor del conocimiento, por qué necesitamos el conocimiento, hacernos preguntas, si estoy haciendo bien o mal, y ponerlo en boca de un niño es muy importante. También quiero transmitir que cuando tú censuras provocas violencia, pero eso la gente ya lo sabe. Lo que hay que volver a decir otra vez es que hay otra salida, además de la violencia.

--¿Cree que el público acogerá de buen grado la obra?

--Creo que sí porque al público le gusta escuchar historias buenas. Nosotros estamos aquí porque el texto se ha defendido solo. La gente del festival lo leyó y pensó que el texto era bueno.

--¿Qué le gustaría hacer próximamente que le haga una especial ilusión?

--Tengo una compañía de teatro que está representando ahora en Méjico y también estoy preparando el estreno en francés de una obra que hice con el actor Sergi López. Quiero hacer un proyecto nuevo, pero ahora estoy muy seco de ideas, tengo que ponerme a leer. La pregunta es: ¿De qué hay que hablar ahora? es la pregunta que un creador se hace cuando empieza algo.

--¿Cree que el teatro está en crisis permanente?

--Desde que predominan el cine y la televisión el teatro se ha convertido en un espectáculo para mayorías elitistas. Lo que ocurre es que si no lo cuidas lo pones en crisis, lo enfermas. Es como una planta, hay que cultivarlo. Sobre todo no se cuida al público y también está en crisis cuando el teatro está mal hecho, si la gente se aburre cuando va a una función.