"No puedo imaginar mi vida sin Pilar. Para mí morir es dejar de estar donde está ella", dijo José Saramago. El Nobel portugués, de 84 años, acaba de publicar Las pequeñas memorias, una historia que contiene los recuerdos de su infancia. Con ese motivo abrió las puertas de su casa de Lanzarote a la revista Elle para hablar de su novela, de la isla y de su mujer, la periodista sevillana Pilar del Río.

"Cuando conocí a Pilar yo tenía 63 años. Ella 36. Los amigos me decían: ´¡Esto es una locura, un disparate!´ (...) Ahora ya no puedo imaginar mi vida sin ella". La pareja se conoció en 1986 y, a los cinco años, se fueron a Lanzarote. Saramago dejó Portugal como protesta por la polémica que suscitó su novela El evangelio según Jesucristo y, ahora divide su residencia entre Lisboa y la isla. "Cuando me muera quiero que mis cenizas se queden en Lanzarote. Es mi forma de seguir estando", dice.