En el universo de Josele Santiago caben peces que ladran, papeles que se enamoran en una fotocopiadora y sentimientos o personajes extraviados (esto es solo parte del material de su tercer disco, Loco encontrao ). En la canción Bernardo , por citar un ejemplo sorprendente, suelta: "Tuve un perro idiota/ como yo/ no entendía ni jota/ pues ya somos dos... / Y se me perdió..." ¿Existió de verdad este pobre animal? "Sí, sí. Y lo que explico es cierto: desapareció", aclara el exlíder de Los Enemigos.

Santiago ya está ultimando las canciones de su próximo álbum que tiene previsto empezar a grabar en junio. "El título podría ser Lecciones de vértigo . Y la idea es que salga en septiembre u octubre, y que se grabe en Madrid, puesto que allí vive la mayoría de la banda". Aclara que no habrá ningún viraje estilístico, "ningún cambio espectacular de proceder".

Y que seguirá con la discográfica El Volcán, que le acogió en su escudería después de que abandonara a la multinacional Virgin, "supongo que antes de que me echara. Si estuve en un sello grande no fue por razones económicas. Supongo que para ellos era más una cuestión de prestigio, ellos sabrán... O de teatrillo... Y si me fui a El Volcán es porque desde hace nueve años sigo a Javier Liñán. Es nuestra pequeña familia".

Con su voz quebrada, este madrileño de origen andaluz y afincado en Castelldefels muestra sus grietas emocionales en cualquier escenario que se le ponga delante.

"Recuerdo teloneando a Barricada, ante 3.000 crestas y 6.000 botas militares. Al ver mi cara, el mánager de ese grupo me dijo que les dijera algo reivindicativo; comprometido, ´porque tienen sus ideales´, pero me puse nervioso, salí y no dije ni una palabra con sentido, aunque grité y gesticulé, con el puño en alto, y así fue como me puse al público en el bolsillo. Eso sí, me dio mucho que pensar".

"Lo que yo hago --resume-- es música popular. Y me gusta hablar como en la calle. Otra cosa es que sea leído"