El álbum con más caramelo de Genís Segarra y Carlos Ballesteros, un derroche de estribillos juguetones con aromas florales y guiños subtropicales. Lo cual no significa que el dúo haya renunciado a esa excentricidad tan suya: cada canción es una caja de sorpresas, si bien aquí hay menos giros abruptos y más detalles amorosos, con vistas a México y a la canción melódica europea. Un fes-tival.