El 40% de los jóvenes españoles asumen conductas de riesgo en sus relaciones sexuales, pese a que aseguran tener información sobre las consecuencias y acceso a los métodos anticonceptivos. Esta es una de la principales conclusiones de la segunda Encuesta Schering sobre Sexualidad y Anticoncepción en la Juventud Española, dada a conocer ayer en Bilbao por el doctor Iñaki Lete, jefe del servicio de Ginecología del Hospital de Santiago (Vitoria).

La asunción de riesgos se debe, según reconocen los propios jóvenes, a lo imprevisto de las relaciones, al mal uso de los anticonceptivos o a la precipitación del momento.

El riesgo que más preocupa a los jóvenes es el embarazo no deseado (94,7% de las mujeres), por encima de las enfermedades de transmisión sexuales (31,2% para las mujeres y 38,2% para los hombres) o la infección del virus del sida (22,1% para los hombres y 19,3% para las mujeres).

El informe, realizado mediante una encuesta en la que han participado cerca de 2.000 individuos con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, destaca que los jóvenes tienen un vida sexual activa --con una media de cerca de 10 contactos al mes--, en la que se inician cada vez a edad más temprana.

El 92,7% de los chicos y el 87% de las chicas encuestados aseguran que han tenido alguna relación sexual, un 75% de ellos con penetración. La edad media de los jóvenes que mantienen relaciones sexuales completas es de 16,5 años en los chicos y de 16,9 en las chicas.

De media, los chicos declaran mantener 8,4 relaciones sexuales al mes mientras que las chicas elevan esta cifra a 9,1.

El 72% de los encuestados -lo que supone la práctica totalidad de los que mantienen relaciones con penetración- asegura que utiliza algún método anticonceptivo. Esta tasa es menor, en torno al 51%, entre los jóvenes de edades entre los 15 y los 19 años, y mayor, sobre el 87%, para los de 20 a 24 años.

El preservativo es el método más empleado, por el 65,5 de los encuestados, seguido por la píldora (18,6% de las mujeres).

Sin embargo, casi el 30% de los jóvenes que usan el preservativo no lo utilizan en todas sus relaciones sexuales con penetración, debido, según reconocen ellos mismos, "a la euforia del momento", relacionada en muchos casos con el alcohol, y a lo imprevisto de las relaciones.