En vísperas de recibir el premio Cervantes 2007, Juan Gelman compareció ayer ante los periodistas acompañado por su familia, incluidos sus cuatro nietos, y demostró que a pesar del exilio y el sufrimiento que le ocasionó la dictadura argentina no ha escrito nunca "en legítima defensa, sólo en defensa de la poesía".

Sin querer adelantar el tema sobre el que girará su discurso de agradecimiento del premio Cervantes, el próximo miércoles, día 23, Gelman (Buenos Aires, 1930), sólo avanzó que hablará sobre "lo que sugiere la obra de Cervantes".

Admirador del autor del Quijote, Gelman dijo que se sentía "conmovido" por el premio. "El más preciado en esta lengua, que simboliza montones de cosas". Tanto es así que Gelman, enemigo del boato y la oficialidad, está dispuesto a someterse a todos los actos que conlleva la entrega de este galardón.

Parco en palabras para hablar de política --"no sé por qué a los poetas les preguntan por la política y no a los políticos por la poesía"--, quiso dejar claro que no milita en ninguna causa. "No milito en ninguna formación política. Sólo milito en las causas que defienden todo el mundo, como la paz en el mundo, o cosas así".

El sufrimiento y el dolor que ha vertebrado la vida de Juan Gelman no ha derivado en una poesía testimonial, realista y de denuncia, sino todo lo contrario: "La poesía nunca ha sido ningún bálsamo para mí", matizó irónicamente. "Es pura creación. Yo no creo en el compromiso de la poesía, prefiero estar casado con ella, eso es mi vida".