Los tres condenados ayer por un tribunal de Oslo a causa del robo de los cuadros El grito y La Madonna apelaron la sentencia, mientras Noruega espera que las dos obras maestras de Edvard Munch desaparecidas regresen al museo pronto.

El tribunal condenó al supuesto cerebro del robo cometido en agosto de 2004, Bjorn Hoen, de 38 años, a siete años de cárcel, y a Petter Tharaldsen, de 34, que condujo el vehículo, a ocho años de prisión. Ambos deberán abonar solidariamente al Ayuntamiento de Oslo una indemnización de 750 millones de coronas (96 millones euros) por la pérdida de las obras.

Los dos condenados recurrieron las sentencias tras la lectura del fallo que puso fin al juicio abierto el pasado 14 de febrero contra seis acusados.

Los otros tres procesados fueron absueltos. Uno de ellos, supuesto autor material del robo, fue exculpado por no considerarse probada su implicación, en parte porque es tartamudo y, según el tribunal, se habría delatado si hubiera hablado durante el robo.