En la cúspide de su carrera. Un año después del escándalo por las fotos en las que aparecía consumiendo cocaína, Kate Moss puede reírse de todos los que pronosticaron su final. Al aluvión de contratos que ya tiene, se sumó ayer uno más con la cadena de tiendas Topshop, para la que trabajará como diseñadora. La británica presentará su colección en la primavera del 2007.

Tras perder varios clientes importantes, a causa del aireado consumo de drogas, Kate tuvo que pedir perdón, distanciarse de su novio, el rockero Pete Doherty, y pasar por una clínica de rehabilitación. El esfuerzo mereció la pena. Moss (foto) protagoniza 15 campañas publicitarias, y sus ingresos rondan los 45 millones de euros anuales.