Kimberly Peirce sabe que con su nueva adaptación de Carrie , la emblemática novela de Stephen King sobre una retraída chica de instituto que un día ejerce su venganza contra el mundo, se juega mucho. En primer lugar, porque tanto ese texto como la película homónima de Brian de Palma son consideradas obras sagradas. Por otro, porque en los 14 años transcurridos desde su brillante debut, Boys don't cry (1999) --sobre el asesinato del hombre transgénero Brandon Teena--, solo ha hecho otro filme, el drama sobre la guerra de Irak Ausente (2008). ¿Será todo más fácil para ella tras Carrie ? Para comprobarlo se puede ver en los cines de Cáceres, Plasencia, Badajoz, Mérida, Almendralejo y Don Benito.

-- Carrie (1976), de Brian de Palma, es un icono de la cultura popular. ¿No le hizo eso sentirse intimidada al hacer su película?

--La película de Brian es maravillosa pero eso no significa que no haya espacio para otras adaptaciones de la historia. Brian y yo somos amigos, le hablé del proyecto y me dio su bendición. Yo sabía que no podía tratar de emularle, habría sido un error tratar de reproducir algo tan único y revolucionario. Por otra parte, sabía que al aproximarme al relato de Stephen King desde una perspectiva moderna ya iba a obtener cosas muy distintas. Por eso creo que Romeo y Julieta puede ser adaptada una y otra vez, por eso los cuentos de los Grimm nunca pasan de moda.

--¿Qué cosas distintas obtuvo?

--Yo veo Carrie como la historia creacional de un superhéroe. La joven descubre que tiene el don de la telequinesis, y ese superpoder hace que su dolorosa vida sea de repente soportable. Además, me he centrado en la relación entre una joven que trata de crecer y una madre que trata de evitarlo. Las madres y las hijas tenemos una relación mutua muy estrecha, supongo que porque la discriminación social que sufrimos crea cierta solidaridad. Pero esa unión puede ser claustrofóbica.

--Su película aborda el sangriento clímax final de esta historia con cierta contención. ¿Por qué?

--Porque creo que un director no debería usar el sexo o la violencia de forma pornográfica a menos que su objetivo sea hacer pornografía. A mí me encantan la pornografía y la violencia en las películas, pero estoy al servicio de lo que pide la historia.

--Usted ya abordó el asunto del bullying en Boys don't cry (1999). ¿Qué le atrae de él?

--La violencia forma parte de quiénes somos. Las relaciones humanas son inherentemente violentas. Además, la violencia es muy cinematográfica: permite emocionar al público, asustarlo, implicarlo en tu historia. Todos tenemos deseos violentos, y espero que el público explore esos sentimientos viendo la película. Carrie es como Cenicienta: quiere vestir un bonito vestido, ir al baile y estar en brazos de su príncipe, y nos encanta ver cómo se venga de quienes le hunden la noche.

--Usted nunca ha escondido su orientación sexual y cómo a menudo se ha sentido una inadaptada a causa de ella. ¿Cuánto de su propia experiencia ha aportado a Carrie ?

--Todos los creadores aportan algo de sí mismos a sus obras. En este caso, esta historia me resulta personal primero porque soy una mujer, y Carrie es una historia esencialmente femenina. Y en segundo lugar porque soy un poco marimacho y en ocasiones he sentido cierto terror hacia la sexualidad femenina, el mismo que impulsó a Stephen King a escribir la novela. Como sabrás, King era conserje y un día encontró un tampón usado, y fueron la repulsión y el pánico que sintió entonces lo que lo impulsó a escribir. Yo puedo entender su pánico.

--En Carrie es solo su tercera película en 14 años. ¿Por qué no las hace más a menudo?