El pintor extremeño José María Larrondo inaugura hoy (20.30) en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) de Badajoz su exposición retrospectiva Nadador en la tormenta , que podrá visitarse hasta mediados de marzo.

En la capital pacense se cierra así un proyecto auspiciado por el Ministerio de Asuntos Exteriores que ha llevado esta muestra por Chile y Argentina en los últimos meses bajo la coordinación del comisario Pedro Pizarro, quien ha destacado la grata impresión dejada por Larrondo. Este es el primer artista extremeño incluido en el programa Arte español para el exterior , puesto en marcha con motivo de la Presidencia española de la Unión Europea en el 2002.

NUEVOS TRABAJOS Nadador en la tormenta presenta 73 obras del artista, 53 óleos sobre lienzo y 20 en tinta china sobre papel, que recorren su producción artística desde mitad de los años ochenta hasta la actualidad. A partir de ahora, Larrondo manifiesta que tenderá a "un periodo más intimista, para recobrar el mundo subconsciente dejando que salga una nueva inconografía con aguadas nuevas en las que ya estoy trabajando".

Para el artista nacido en Villafranca de los Barros en 1958, exponer en Extremadura es importante. "No sólo me siento extremeño sino que nunca me he ido de Extremadura; estoy muy en contacto con mi tierra".

La exposición pudo verse en el Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile, en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires y en el Museo Municipal J. B. Castagnino de Rosario en Argentina.

La muestra, explica su comisario, Pedro Pizarro, refleja una etapa del arte español, a partir de la década de los años 80, que es menos conocida en esas tierras, donde han podido ver "el desarrollo iconológico y pictórico de la obra de Larrondo".

Pizarro declara que el pintor extremeño "mantiene una gran coherencia tanto interna como estilística y eso abunda poco". Además, como expresa el escritor y novelista Alfredo Taján en el catálogo editado para esta exposición, "Larrondo se ha mantenido siempre fiel a sí mismo en el sentido de desarrollar su obra en diferentes etapas pero siempre identificables con su autoría". El propio comisario dice en ese mismo catálogo que "su obra se puede considerar como una gran novela lírica y las diferentes exposiciones individuales o colectivas son capítulos que continúan escribiendo y reescribiendo esa novela".

El trabajo de la exposición comenzó hace dos años y aunque resume dos décadas de trayectoria, acentuando la última etapa, que es menos conocida.