La escritora mexicana Laura Esquivel reivindica en su nueva novela, Malinche , la figura de Malinalli, una indígena bella, inteligente, enigmática y compleja, traductora y amante del extremeño Hernán Cortés durante la conquista de México, pero de la que se tienen pocos datos. El libro, publicado por la editorial Suma de Letras, revisa el mito fundacional de la historia de ese país, el mestizaje, la lengua, los valores de la cultura prehispánica, la tierra y la condición femenina.

Esquivel (México, 1950), que convirtió en éxito literario su primera novela --Como agua para chocolate (1989)--, considera que Malinche es la historia de todas las mujeres que deben vivir en dos mundos, como "las inmigrantes, la hijas no deseadas, las abandonadas, las no valoradas, las que tienen que sobrevivir y luchar todos los días". La novela simboliza para la autora "el encuentro y la mezcla de dos culturas".

La llegada de Cortés fue confundida por los aztecas con el mito del regreso del dios Quetzalcóatl y ese equívoco supuso la destrucción de Tenochtitlan y la construcción de la nueva ciudad de México. Durante esos años, Malinalli --más conocida como La Malinche--, que hablaba varias lenguas indígenas y aprendió pronto el castellano, ocupó un lugar destacado al ayudar al español a relacionarse con los aztecas. "La palabra fue esencial en la conquista", afirma la escritora.

Esquivel pretende con su libro que los personajes históricos y las culturas milenarias sean accesibles a todos. El conquistador español y Malinalli tienen vidas paralelas y parecían condenados a encontrarse y entenderse.