Tras 25 años enganchado en una batalla legal para que el FBI hiciera públicos sus archivos sobre John Lennon, el historiador Jon Wiener ha conseguido por fin tener acceso a las 10 últimas páginas que contienen nuevos detalles sobre las relaciones del asesinado exbeatle con grupos pacifistas y de izquierdas en Londres a principios de los 70. Y según ha comentado Wiener al diario Los Angeles Times, las autoridades estadounidenses nunca consideraron a Lennon como una seria amenaza.

En su argumento para negarse a publicar los archivos, el FBI había señalado que un Gobierno extranjero le pasó la información secreta sobre el músico, y que revelar el contenido de los informes podría tener consecuencias diplomáticas, políticas o económicas contra EEUU.

ARGUMENTOS ABSURDOS Ahora ha salido a la luz pública cómo dos importantes líderes de izquierda británicos cortejaron a Lennon con la esperanza de que financiara "una librería y sala de lectura progresista en Londres", pero el exbeatle no les dio ni una libra. Otra página afirma que no hubo "ninguna prueba" de que el músico diera dinero a "iniciativas subversivas".

"Dudo mucho que el Gobierno de Tony Blair fuera a poner en marcha represalias militares contra EEUU por la publicación de estos documentos", apunta Wiener. "Hoy podemos ver cómo los argumentos de seguridad nacional que el FBI ha esgrimido durante un cuarto de siglo eran absurdos desde el primer momento", añade el historiador, que intentó obtener estos documentos por primera vez en 1981, meses después de decidir que escribiría un libro sobre Lennon tras su asesinato.

Y aunque en un primer momento logró algunos documentos, el FBI le negó la revisión de otros muchos escudándose en la seguridad nacional. Wiener denunció al Gobierno y tuvo acceso a varios archivos en 1997 como parte de un pacto con el FBI. Los abogados del Departamento de Justicia intentaron retener las 10 páginas finales hasta que un juez federal ordenó que debían hacerse públicas. Los anteriores informes mostraron cómo el FBI vigiló de cerca a John Lennon entre 1971 y 1972. Estos últimos concluyen que Lennon era un músico, no una amenaza.

Por otra parte, Koral Karsan, el exchófer turco de Yoko Ono encarcelado desde el pasado jueves por intento de chantaje, acusó ayer a la viuda de Lennon de presionarlo para "cometer actos inmorales", sin concretar dichos actos Karsan calificó a Ono, de 73 años, de "psicópata" y la denunció por abusos laborales.