El pianista cubano nacionalizado español interpreta con la Orquesta de Extremadura el tercer concierto de Rachmaninov en el palacio de congresos de Cáceres

A los diez días de interpretar en Cuba el tercer concierto de Rachmaninov, su última actuación en la isla caribeña, Leonel Morales abandonó su país. Tenía 21 años y era uno de los valores destacados de la interpretación cubana. Ya le reclamaban de varios países para escucharlo y había ganado premios, entre ellos uno en España. Pero las trabas burocráticas, las reticencias de las autoridades a que uno de sus músicos dispusiera de libertad para salir y volver acabaron cansando a Morales y decidió dejar Cuba. "Coincidió, además, --cuenta el pianista-- con el movimiento de la perestroika en Rusia, y yo pensaba que Cuba seguiría ese camino, pero no lo hizo. Nuestros amigos rusos se convirtieron en nuestros enemigos rusos. Así que opté por marcharme, bien a Estados Unidos o a España". Y eligió España.

Hoy vuelve a interpretar ese concierto de Rachmaninov con la Orquesta de Extremadura en el palacio de congresos de Cáceres (ayer tenía programada la misma actuación en Badajoz).

"Es una de las cumbres del piano de orquesta del periodo romántico", explica a este diario, contento por su presencia en Extremadura. Era la única de las comunidades españolas en la que no había tocado y le hace ilusión hacerlo con una orquesta "que goza de prestigio" y "un gran maestro" como Jesús Amigo, su director. En este concierto, además, se estrena Starburst obra de encargo de la Oex al compositor estadounidense Jonathan Leshnoff. El programa se cerrará con la sexta sinfonía de Tchaikovsky, Patética .

Hasta los 28 años, Leonel Morales compitió en numerosos concursos, "muy importantes" para él, porque constituyeron una carta de presentación y le dio a conocer en España, donde se casó y concibió dos hijos. "En su momento cumplieron su función. Pero uno no puede vivir de los premios. Tiene que demostrar su valía en una carrera propia, mostrar sus aportaciones".

Hoy tiene 46 años y ha logrado asentar una trayectoria internacional que le lleva a Extremadura, en pocos días a Estados Unidos y posteriormente a Croacia. A los 7 años, cuando se decidió su futuro, ya podía imaginar lo que iba a ser su vida. En Cuba, quien accede a estudiar música lo hace con vistas a una carrera de intérprete, de manera que las exigencias son tremendas ("si suspendías matemáticas podían expulsarte"), aunque no tanto para un niño cuyos padres eran músicos; así que aquella inmersión en el conservatorio le resultó natural. Recuerda que de su grupo de "sesenta y tantos" alumnos, solo cinco hicieron carrera. Y no pudo escoger, viene a decir, mejor instrumento que el piano. "Que me perdonen los demás instrumentistas, pero sus instrumentos no tienen nada que ver con este. Todos los grandes compositores han compuesto para él y el repertorio es el más hermoso".

Aunque en menor medida, Leonel Morales también se ha visto afectado por la crisis. "Gracias a Dios no toco solo en España. Los cachés han bajado, las programaciones se han reducido y no se sabe cuándo va a cobrar uno, algo que antes no pasaba".

¿Regresará a Cuba? "No" contesta. "Me hace daño verla, así que he tenido que superarlo para no extrañar nada. Solo volví una vez hace cinco años y salí hundido".