Los amantes de Humphrey Bogart buscan consuelo en discretos recordatorios y homenajes el día en que se cumplen 50 años de su muerte. Hace cinco décadas, el cáncer de esófago que había consumido durante años el ya pequeño cuerpo de Bogie acabó definitivamente con su vida en su casa de Los Angeles. Y hoy, en ese aniversario, el recuerdo del actor vuelve a turbar a los cinéfilos como uno de los mitos de la cultura popular del siglo XX.

El calendario recuerda la desaparición de un actor que, hace ocho años, fue elegido por el Instituto de Cine Americano como la mayor leyenda masculina de la pantalla de todos los tiempos. Una reciente encuesta entre miembros del Parlamento Británico eligió Casablanca , como su película preferida.

VUELTA A LAS PANTALLAS Se echan de menos, estos días, actos sociales solemnes en torno a la efeméride, pero los recordatorios no faltan. La emblemática Casablanca ha vuelto a las pantallas en San Francisco, la Filmoteca de Los Angeles recupera este mes En un lugar solitario , y la Universidad de Indiana reivindica El halcón maltés .

Por desgracia, no es posible para quienes estén en California acercarse hasta el Forest Lawn Memorial Park de Glendale y visitar la tumba donde reposan las cenizas de un hombre que muchos consideraron un héroe existencialista, pues una verja hace la tumba privada e inaccesible para el público general.

Allí, tras una placa verde con letras doradas que recuerdan a Humphrey DeForest Bogart, nacido en Nueva York el 25 de diciembre de 1899, se dice que Lauren Bacall, su cuarta y última esposa, la única con la que vivió un matrimonio feliz y con la que tuvo un hijo (Stephen) y una hija (Leslie), enterró junto a las cenizas un pequeño silbato de oro que él le había dado antes de casarse. El sentido es obvio para cualquiera que recuerde la frase "si me necesitas, simplemente silba", una de las más míticas de Tener o no tener , la primera película que realizaron juntos y que dirigió Howard Hawks.

Lauren Bacall ha hablado estos días con Army Archerd, un histórico columnista de la revista Variety. "No me puedo creer que hayan pasado 50 años --ha señalado la viuda--. Pero él sigue vivo. Nunca nos alejaremos de él. Yo pienso en él todo el tiempo. Y, por supuesto, lo vemos todo el tiempo en televisión".

Aparte de esos pases en la pequeña pantalla y de las ediciones recientes de DVD, los seguidores de Bogart pueden recurrir al último lanzamiento relacionado con el hombre que protagonizó casi ocho decenas de películas que incluyen títulos imprescindibles como El halcón maltés , Casablanca , El tesoro de Sierra Madre , Sabrina , La condesa descalza , El sueño eterno y Más dura será la caída (su último trabajo). Se trata de Bogie: a celebration of the life and films of Humphrey Bogart , un libro que llegó a las librerías estadounidenses en octubre del año pasado y que han escrito el crítico cinematográfico, historiador y documentalista Richard Schickel --autor también de biografías cinematográficas como la de Elia Kazan-- y George Perry, que fue presidente del Círculo de Críticos de Londres. El prólogo lo firma Stephen Bogart, hijo del actor y Bacall.

UN VACIO Quienes sientan hoy el vacío pueden recordar las palabras que pronunció John Huston en el servicio religioso fúnebre que se celebró hace 50 años en Beverly Hills. "No hay razón para sentir pena por él, solo por nosotros por haberle perdido --dijo el director--. Era irremplazable. Nunca habrá otro como él".