Hollywood y la mafia subsisten inmersas en el mismo negocio: la fábrica de sueños está desde sus inicios arraigada a una realidad criminal. De esta tesis parte Hollywood y la mafia (Ediciones Robinbook), libro denuncia del escritor y crítico de cine Tim Adler (Londres, 1964). El hampa, dice, siempre ha intimidado a actores y a productores con amenazas y actos violentos. "Los magnates de las grandes compañías y los mafiosos usan las mismas técnicas: chantajes y extorsiones".

En realidad, es un doble espejo. Hollywood, según Adler, ha enseñado a los mafiosos a vestirse elegantemente, a actuar y a comportarse en público, y la mafia ha aleccionado a los directivos de Hollywood a amenazar y a tratar mal a sus empleados de muy diferentes modos. "Los magnates de los grandes estudios actúan y se mueven como el Padrino, recitando frases de una manera chulesca", asegura el escritor, que no ha podido publicar el libro en EEUU.

En el libro recuerda que varios miembros de la familia Gambino acabaron en la cárcel por haber amenazado a Steven Seagal, protagonista de Alerta máxima . "Tiene pendientes cientos de miles de dólares en deudas de juego, y la mafia aún no ha logrado que lo pague todo. Le han desafiado más de una vez. Seagal sospecha que existen muchos actores, directores, productores y guionistas que atraviesan graves problemas por el mismo tema", dice.