La crisis ha llegado también al libro, aunque algunos editores se resisten a reconocerlo y la opacidad informativa impide dar cifras. Tras un primer semestre boyante, todas las fuentes consultadas coinciden en que mayo, junio y julio han sido peores de lo habitual --"terroríficos", puntualiza el editor de Tusquets, Antonio López Lamadrid--. Las devoluciones tras este trimestre han sido altas y se teme que septiembre y octubre sean duros. "Han sido como cruzar un desierto", añade el consejero delegado de Random-House Mondadori, Riccardo Cavallero.

En lo que no hay unanimidad es en la respuesta: mientras muchos apuestan por restringir el número de novedades, recortar las tiradas y contener los precios y aventuran un batacazo a quienes no se aprieten el cinturón, otras apuestan por mantener toda su oferta, confiando en que una buena campaña de Navidad bastará para cerrar el año no solo sin pérdidas, sino incluso con cifras positivas.

Sin embargo, este bache no impide que el primer semestre sea aún positivo. Las ventas, según los datos auditados por Nielsen, crecieron un 40% en el primer cuatrimestre del año, aunque si se descontasen Un mundo sin fin y El juego del ángel la subida sería solo del 3,5%, cercana a la inflación en esas fechas, y varios grupos editoriales habrían notado ya un descenso en sus resultados.

Según Riccardo Cavallero, las editoriales deben "mantener el control de los nervios", incluso si septiembre, con la visa agotada y los gastos de la vuelta al cole encima de la mesa, llega "otro pequeño golpe". "Aumentar el número para salvar los objetivos de este año y arruinar a la empresa en el año 2009", ironiza.

MENOS NOVEDADES Lamadrid, cree que por primera vez "hay un cierto consenso entre los editores para presentar menos novedades; la mayoría piensan reducir las novedades un 15%".

Otro gran grupo editorial español, Planeta, mantiene una estrategia diferente, con todos sus sellos diversificando la oferta. Una opción que tiene su rédito si se tiene en cuenta su dominio en las listas de los más vendidos de los últimos meses. "Mantenemos todas nuestras previsiones sin ningún tipo de replanteamiento ni reducción de títulos. Septiembre es una incógnita, pero seguimos a la expectativa hasta ver si la crisis afecta en Navidad", sostiene el director editorial de Planeta, Carles Revés.

Con el disfrute de un mayor tiempo libre, la intensidad lectora aumenta en verano. Las cifras anuncian que el 47% de los lectores suele ejercer en periodos vacacionales y que 9 de cada 10 lo hacen buscando el puro entretenimiento. Y ya metidos en la selva de los porcentajes --pero esta vez con tintes bastante más descorazonadores-- habría que añadir que, en el pasado año, los lectores frecuentes (dícese de aquellos que leen al menos una vez por semana) solo constituyen el 41% de la población.

TRIUNFA EL BOLSILLO El libro de bolsillo, manejable, ligero y de bajo precio, es el triunfador, que en estas fechas aumenta sus ventas respecto al resto del año en el que --a diferencia de lo que ocurre en el resto de Europa-- solo representa el 11,8% de ejemplares vendidos.