Con música es complicado escribir porque las palabras tienen su propio ritmo. Desde el 23 de abril, fecha de las muertes de Cervantes, Shakespeare y el siempre olvidado Inca Garcilaso de la Vega, hasta entrado junio, las ferias del libro se suceden. En (casi) todas ellas, los libreros se quejan de lo mismo: de que no se les escucha lo suficiente, de algún trato de favor y de algún presupuesto mal gestionado. Los ciudadanos de a pie observamos cómo hay presentaciones de gente interesantísima medio vacías porque no salen en ciertos programas de la tele y no logramos comprenderlo. Lo comprendemos menos aún cuando en alguna ciudad, capital de provincia, que quería ser capital de la cultura de Europa, con una Facultad de Letras, llega una Premio Nacional y Premio Unesco y lee sus poemas delante de cinco personas.

No sé qué nos pasa. Sí, desde luego: en ningún país del mundo hay teatros y bibliotecas tan enormes como sus campos de fútbol. La cultura es minoritaria. De vez en cuando, se observan cambios sociales esperanzadores: hace diez años, era impensable que, en España, ese país de maravillosos actores de doblaje que siempre hablan igual --como si fueran a escupir o estuvieran orgasmando--, hordas y hordas de jóvenes y mayores vieran series en versión original. Que hubiera demanda de películas en su idioma, con las interpretaciones completas y no partidas por la mitad (¿qué es de alguien si le quitas su voz?). También era impensable que surgiera este maremágnum de pequeñas editoriales que cuidaran tan primorosamente continente y contenido, varias de ellas en Extremadura. El cómic, más o menos, menos o más, ya no está considerado (o comienza a no estarlo) como un libro con colorines para cuando uno aprende a leer, sino como un medio serio que puede dar obras maestras tan maestras como La infancia de Alan , Maus o Las Meninas .

Hay que ver lo que nos cuesta salir de casa para ir a un concierto, a una presentación, a una obra de teatro... ("es que no nos enteramos", dicen: y miren, no: a no ser que uno viva en una burbuja, están los periódicos, las radios, Facebook, Twitter, las agendas y los medios on line . No me vale lo de "no nos enteramos de las cosas"). Atraer a nuevos públicos es la consigna de todo aquel que se dedica a la cultura: los autores, los actores, los músicos. Con esa premisa, la Orquesta de Extremadura ha presentado una programación más ecléctica: hay hasta tangos, con Soledad Giménez. Y un Hamlet , con Juan Echanove. Podría funcionar. Espero que funcione. Porque a mí no se me ocurre qué más se puede hacer en esta vida para que una persona que no sale más que a un bar, de pronto decida ir a un recital o al teatro.

Quizá la cosa sea más fácil si se hace al aire libre (oh, pero las ferias del libro son al aire libre). Hace algún tiempo, murió Enrique Fernández Medina, padre de Cira y Ulises, porque de casta le viene al galgo, y miembro de Acción Rock Band y Henry Malatesta. Henry fue uno de los músicos de rock pioneros de la región y, a la hora de las cañas, en el paseo de San Francisco, se le va a rendir un homenaje con Nacho Campillo, José Luis Tristancho y muchos, muchos más, como Gecko Turner, el Duende Josele o Julien Elsie.

En la calle también es la Feria del Libro de Mérida, en el parque de los Enamorados, que en realidad es el parque López de Ayala, pero nadie lo llama así. En la feria emeritense, se conjugan siempre los libros y la música. La inaugura Cristina Soria, que ha sido la coach de Sálvame (lo confieso: he tenido que buscarla en Google: no sé quién es esta mujer y además, tengo serios problemas con la gente que se define a sí misma como coach ), pero también estarán estos días Israel J. Espino con su magnífico 50 lugares mágicos de Extremadura (sé que es magnífico porque muchos de esos lugares los recorrí yo con ella) y Carlos Salem, con Con un pájaro de menos . Carlos Salem fue mi primer director: un tipo que me echó una bronca monumental porque era muy anárquica (él lo era bastante más que yo) pero que levantaba dos páginas y toda su publicidad solo porque yo había visto una exposición sobre el animismo y quería hacer un reportaje... a las siete de la tarde. Tras casi veinte años de oficio, con lo que sé ahora, yo dirijo un periódico y me viene un redactor a pedirme tal cosa tres horas antes del cierre y le pido de la droga que se está metiendo. Le agradezco la confianza: fueron muchas las páginas dobles que levantó cuando yo se lo pedía y le colgaba el teléfono a cualquiera que se quejara: "Cómprate otro diario". Eso, ahora, no se hace o lo hacen muy pocos. Pero lo del periodismo es otra historia y debería ser contada en otra ocasión.

Concierto homenaje a Henry. Sábado, 28 de mayo. 13.30 horas. Templete de la música del paseo de San Francisco (Badajoz).

Feria del libro de Mérida. Desde el 1 al 5 de junio en el Parque López de Ayala (Mérida). El jueves 2 de junio, a las 19.30 Israel J. Espino presenta 50 lugares mágicos de Extremadura. A las 21.30, Carlos Salem presenta Con un pájaro de menos.