El Gran Teatre del Liceu ha obtenido la certificación máxima en seguridad Global Safe Site de Bureau Veritas que valida la correcta implementación de las medidas de seguridad y prevención frente la Covid-19.

Esta certificación, que también tiene el Palau de la Música Catalana, demuestra el óptimo funcionamiento del protocolo que el Liceu ha desarrollado para cumplir la normativa de las autoridades sanitarias, pero también se fija el objetivo de "aumentar la sensación de seguridad del espectador en todo momento, desde que accede al recinto hasta que ocupa su sillón para disfrutar plenamente de la experiencia operística", han señalado los responsables del teatro a través de un comunicado.

Bureau Veritas, empresa líder en inspección, certificación y ensayos, ha realizado una exhaustiva auditoría. El sello otorgado señala al Liceu como espacio seguro. Se han verificado todas las medidas implementadas por el teatro, desde el control del aforo hasta la correcta aplicación de las normativas de prevención establecidas por el Procicat.

En el Liceu más allá del uso obligatorio de mascarilla y gel hidroalcohólico se controla la temperatura en los accesos mediante cámaras, se desinfectan constantemente los espacios, se renueva de forma permanente el aire, se ha anulado el servicio de guardarropa, así como los programas de mano de papel que han dado paso a otros en formato digital. En cuanto a los flujos de personas y con la intención de evitar aglomeraciones, se han habilitado accesos sectorizados y separados por franjas horarias, se han reforzado las señales informativas de todo el recinto y se ha reducido al 50 % el uso de los aseos y de los ascensores.

Con el fin de evitar el movimiento del público durante los entreactos, los cambios de escenografía se hacen a telón abierto permitiendo al público descubrir cómo funciona la maquinaria escénica. El servicio de restauración también se ha adaptado a los nuevos tiempos: su oferta se ha reducido y sólo se puede solicitar con reserva previa antes de llegar al teatro.