Llega la hora. Un año más, Alburquerque desenfunda sus discos de pop en los bares y decora las calles con las maletas de los fieles a la cita --del año para algunos--. Y aunque el revoloteo empezó ayer con la tradicional fiesta de bienvenida, solo apta para los que están más en forma, es hoy cuando comienza la fiesta. Las terrazas echan de menos las sillas y las tiendas piden extra de crema solar y gafas de sol. Como de costumbre, el sol de justicia también ocupará el escenario en los dos días. Afortunados serán los que tengan la piscina a un paso.

Así, entre paso y paso, se subirán al escenario entre los dos días casi una veintena de grupos. Este año, la organización apuesta por el sello fresco y renovador, asume dosis de noise pop, ritmos oscuros y riffs variados y como no, el homenaje destapa por todo lo alto a dos iconos del movimiento que dio a luz el festival, el C86. El calendario emula al de otras ediciones y propone equilibrar a un veterano cada día, Dorian (el viernes), Sidonie (el sábado). Como no hay dos sin tres, Tachenko se incorpora a la primera jornada para recordar ediciones. En el plantel inglés, la sintonía también está repartida con un grupo británico, The pastels (el viernes) y The Charlatans (el sábado) para romper la entrada a la noche.

El genio equivocado reparte el desenfado tardío de Murciano Total (el viernes) y la suave apuesta de Hazte Lapón (el viernes). La juventud este año es sello de alta estima. Todo el plantel cumple el patrón de grupos recién nacidos pero con una actitud y una formación musical equiparable a los longevos de más de décadas en la carretera. Los refrescantes y esperados Papaya presentan su primer disco. The Lawyers trabajan otro palo pero también beben de la misma fuente de juventud, de hecho, los abogados serán la promesa de la edición destacados como grupo revelación. Al synth pop de Linda Guilala acompaña la oscuridad --en este disco más que nunca-- de Triángulo de amor Bizarro. Por último, entre los nuevos fichajes del panorama, los Belako no se andan con medias tintas. A fuerza de rock y melenas auguran un cartel apetecible los de Mungia. Tigres Leones y Capitán Sunrise inaugurarán las tardes y Detergente líquido y Los Bonsáis las cierran --para los que aguanten la tirada maratoniana de los dos días--.

Además, al igual que el año pasado en el que fue La Habitación Roja quien se enfundó el bañador y dio un directo junto al agua, la piscina de la zona de acampada se convierte en escenario acústico para acoger directos a los acampados a media tarde. Que bailen los demás y Tachenko servirán la nota musical durante la sobremesa.

SEGUNDO ASALTO La edición grande llega después del hermano pequeño de Badajoz, que sirve de aperitivo para los contempopráneos desde hace unos años. Con un cartel con menos personalidad contempopránea, la afluencia no consigue arrancar en la Alcazaba de la capital pacense a pesar del esfuerzo como lo hace su hermana, lugar de nacimiento del festival. Este año fueron los núcleos duros de público los que sintieron atracción por León Benavente, Lori Meyers, Amaral o Zahara. Poca gente en los directos tardíos e impecables como los de Perro. Alburquerque es el hogar de Contempopránea y eso se nota. El fiel desde los inicios lo agradece. Con respecto a las previsiones que baraja la organización para esta edición, elabora una estimación a la baja de alrededor de 2.500 asistentes.

Los rezagados pueden conseguir su entrada anticipada por 35 euros --abono y 25 para la entrada de día-- en Notikumi o en la página web oficial del festival. Los que lleguen con el tiempo pegado a los talones podrán comprarla en taquilla por 40 euros.