La pasarela Cibeles ha abierto la caja de los truenos. Ahora, la polémica sobre la delgadez de las modelos se ha trasladado a la Fashion Week de Londres. La decisión de la pasarela de Madrid ha coincido con la semana de la moda británica y el control de la báscula ha creado división de opiniones. Una modelo de élite, Petra Nemcova, confesaba ayer "estar muy preocupada" por el número de colegas que sufren desórdenes a la hora de comer.

"Hay mucha presión y es muy triste. Conozco gente que está enferma y solo come algo de verdura al día, porque si no, no trabajan", aseguró la top checa. A Nemcova, que está de acuerdo con la prohibición del Gobierno de Madrid, le gustaría "ver una industria donde se pueda estar delgada, pero sana y no consumida hasta los huesos".

EL ECO DE CIBELES Una pasarela como Cibeles, que normalmente alcanza poca repercusión en los medios británicos, logró ayer una portada. Las declaraciones de Nemcova aparecían recogidas en el diario Evening Standard, que llevaba un espectacular titular: "Las modelos talla 0 están llevando a las niñas de 7 años a la anorexia".

Las chicas talla 0 es la nueva etiqueta acuñada por la prensa anglosajona para designar a las celebridades esqueléticas del mundo del cine, la música y la moda. Estas famosas se visten como adultas, pero sus medidas responden a tallas que se compran en la sección de ropa infantil.

Los periódicos británicos mencionan a Victoria Beckham y a la actriz Keira Knightley como dos ejemplos locales de lo que es un fenómeno internacional. La ministra de Cultura del Reino Unido, Tessa Jowell, intervino en la polémica pidiendo que en la Fashion Week londinense se siga el ejemplo de Madrid y se prohíba en las pasarelas a las chicas excesivamente delgadas.

Mientras, en Madrid, los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz, Ailanto, subieron a la pasarela Cibeles a una mujer salida de las novelas de Agatha Christie, una mujer misteriosa, con vestidos entallados y ablusonados en la espalda, y una cintura marcada con amplios cinturones al más puro estilo de la década de los 30.

En la segunda jornada de Cibeles, estuvieron presentes los pliegues imposibles de Devota & Lomba, los coloridos estampados de Javier Larráinzar o el estilo "deportivo pero elegante" de Juan Duyos. Roberto Torretta no sorprendió en su apuesta por el cuero en sus mil y una versiones.