--Otra vez en Contempopránea. No hay quinto malo...

--Ha visto crecer a la escena independiente. Por eso es uno de los festivales más importantes, no solo porque haya podido aguantar con un cartel casi siempre nacional sino porque fue el primero con música de una ramificación independiente.

--Y para Lori Meyers también...

--Empezamos en Alburquerque. Recuerdo que nuestro primer concierto fue a las cinco de la mañana, algo bastante épico. Para nosotros fue una experiencia agradable porque se quedó mucha gente hasta tan tarde.

--El tiempo ha pasado y el grupo ha ido creciendo...

--Lo mejor es que a la banda le sigan pasando cosas positivas, pero sin perder los festivales donde crecimos y nos han visto crecer. Nos pasó con Sonorama, en Aranda, que también apostó por nosotros desde la primera edición como Contempopránea. Ha sido siempre un festival fetiche. Nuestro público esperaba a la siguiente edición para ver si estábamos otra vez en el cartel.

--Con su experiencia en festivales, ¿qué tiene Alburquerque?

--Se vive de una manera especial porque el músico es consciente de que es un festival asentado. Fue uno de los primeros que empezó con el talento independiente de grupos como Australian Blonde o Los Planetas.

--¿Qué recuerdos le quedan?

--Me quedo siempre con la sensación del público y de ver a tanta gente unida por un mismo tipo de música. Ha habido años en los que iban muchos grupos de Granada y era como nuestra segunda casa. De hecho, recuerdo que nos íbamos en un mismo autobús, alquilábamos la casa y el día se hacía especial porque la gente del pueblo también ayudaba a que el festival se hiciera.

--¿Cómo les va con 'Impronta', el quinto disco de la banda?

--Era muy importante. Estamos muy contentos con la reacción de la gente y de nuestra compañía, Universal. Hemos aprendido y mejorado. Estamos encantados porque está todo lo que queríamos y podíamos hacer.