Llegó en su avión privado y utilizó una flota de vehículos para mover a todo su séquito. Madonna aterrizó ayer en Malaui (sureste de Africa) para adoptar un niño, aunque también quiere fundar un orfanato que dé cabida a 1.000 pequeños cuyos padres hayan fallecido de sida.

La diva del pop planea gastarse, ahora que ha entrado en el libro Guiness por ser la artista mejor pagada, más de dos millones de euros en un programa de apoyo a los huérfanos de Malaui y 800.000 en un documental sobre la situación que viven los niños en ese país.

La visita de Madonna ha generado muchas expectativas en Malaui, pero también ha sido criticada por los que creen que su proyecto es un montaje de autopromoción. Unos comentarios que también ha escuchado la archisolidaria Angelina Jolie, actriz entregada a la causa africana.