Madredeus se ha propuesto saldar la "eterna" deuda que tiene con su ciudad natal, Lisboa, y agradecerle la inspiración y el imaginario que le ha proporcionado durante sus casi dos décadas de andadura. El resultado es Faluas do tejo , la entrega número 13 de su discografía.

Ni fado ni bossanova. Madredeus se propuso construir de un modo artesanal un sonido completamente original aunque claramente enraizado en su país. Música exclusiva de autor en la que la guitarra de Pedro Ayres es más que un mero acompañante, y en la que la ingrávida voz de Teresa Salgueiro adquiere poderes casi hipnóticos.

CAMBIOS DE TENDENCIAS Madredeus reinventa paso a paso un estilo que empieza y termina en ellos mismos. "Desde el inicio, en los años 80, nuestro objetivo era crear la banda sonora de nuestra tierra --recuerda el músico--. Por eso nos hizo ilusión que nuestra fama se relacionara siempre con Lisboa. Esta ciudad ha estado siempre en nuestro camino, y nunca hemos dejado de escribir en portugués. Sin embargo, nos dimos cuenta de que la palabra Lisboa aparecía en tan sólo una de las 90 canciones que tenemos". La reacción, dice, no se hizo esperar. "Entre los miembros del grupo nos retamos mutuamente y, a modo de juego, nos comprometimos a incorporarla rápidamente. De momento, en este último disco hemos conseguido que Lisboa aparezca en cinco canciones".

Ayres se muestra especialmente orgulloso de haber conseguido "llevar al terreno práctico una nueva idea de concepto musical" y de "abordar la tradición desde la óptica de la innovación".